CUATRO

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Calma, Em se que duele-dije, mientras con un pequeño algódon le sanaba su raspón, en la rodilla.

-Es-esque, duele mucho Nico.

-Ya esta, lo ves.

Hizo una mueca.

-¿Trajiste los autitos?

Negué con la cabeza.

Abrazó sus piernas, y escondió su cara en ella.

Levante su barbilla con mi pulgar, levanto la mirada, y me acerqué a ella para besarla. En un solo apretón pequeño.

Ella se zafó rápidamente.

Se levantó y salio arrancando.

Sentía que desde ese dia nuestra amistad se rompía...

¿Recuerdas, aquel día?•TERMINADA•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora