Diario de la Muerte

La llegada a la casa

Gabriel cumplía trece años y, acaba de mudarse a una vieja casona con sus padres y su hermana Raquel en el medio del campo, una zona arbolada en las afueras , donde Su padre allí consiguió trabajo de guardabosque.

Era una casa bastante amplia, a él le dieron la habitación de arriba, al lado del closet que según el agente de la inmobiliaria jamás fue abierto.

El padre pegunto:

- Que había en esa habitación?.

- Nunca se supo, todos los dueños anteriores se encontraron muertos en el medio de la sala.

Respondió cortantemente sin agregar otro tipo de información.

El padre abrió los ojos al escuchar el relato del agente,

pero al adolecente le causo intriga, dejándolo pensativo y mirando con ojos entrecerrados y desafiantes hacia la puerta.

Siguieron viendo la casa, pero el solo pensaba en aquel sector, recorrieron el parque que tenía una fuente con un ángel sosteniendo una vasija de color blanca de cual el agua era cristalina y pura caía.

- Esto es todo. Dijo el encargado de mostrarles la vivienda.

Luego de lo dicho la madre mirando a los ojos del padre buscando complicidad dijo:

- si la compramos nada pasara.

Y pasaron a firmar los papeles de la casa.

- Dejen que este arriba. Suplico Gabriel.

Los padres le dijeron que si, mientras dejaron los canastos en la puerta de la habitación.

Mientras que a su hermana y ellos se instalaron en las habitaciones de la planta baja.

Gabriel entra en su nuevo cuarto, en la pared lindera escucho como si alguien arañaba la puerta, sobre saltado salió y apoyo el oído en la puerta, creció el ruido haciéndole pegar un pequeño salto hacia atrás

Tomo el picaporte, pero la puerta estaba cerrada con llave.

Una noche revolviendo la habitación unos de los sócalos estaban flojos entre ellos tenía una llave con forma de serpiente enroscada, Que coincidía con el cerrojo de la puerta, la coloco suavemente y la fue girando hasta que la puerta empezó a ceder y la llave cayó al piso transformándose en serpiente, que serpenteo hacia dentro. El chillido de la bisagra era muy fuerte, a plena vista solo se veía una cama, un pequeño modular, y una mesita de luz con una lámpara con unos grabados en el pie y un libro de tapa negra de cuero.

El intrigado lo tomo entre sus mano, desempolvando la tapa se llegaba a divisar la palabra "mi diario" en letras color rojo intenso, al abrirlo un polvillo blanco le tapo la visión, forzando a cerrar los ojos.

Al abrirlos, Noto que la habitación no era la misma envés de lámparas en su mesa de luz se encontraba un candelabro con tres velas encendidas, se miró las manos y no eran las de él, eran más grandes, empezó a leerlo y comenzaba el siguiente relato.

"querido diario, hoy experimente un placer extraño ,algo que jamás había sentido el de matar por placer , como si yo no fuera ,sin que sea consciente de lo que estaba haciendo conducido por una ceguera total mi puño bajaba y subía sobre el cuerpo ya sin vida de mi madre, firma Santiago".

Después de leerlo, como poseído y sin hacer ningún tipo de pestañeo,

Se dirigió hacia la cocina y tomo la cuchilla que estaba sobre la mesada en el taco de madera y volvió a su cuarto.

Se acostó boca arriba y coloco la cuchilla sobre su pecho con el filo apuntando hacia su estómago.

- ¡Raquel!. Grito Gabriel con una voz más ronca de lo común

- ¡Si Gabriel que pasa! Dijo la hermana mientras se ponía el desabillé blanco y se sentaba en el borde de la cama

- Abrázame que estoy asustado!

- Tranquilo ya estoy aquí. Exclamó mientras palmeaba su espalda.

Acto seguido el joven deslizo el cuchillo entre sus ropas hasta llegar a sacarlo hacia afuera sin que lo notase la hermana, rodeo su cintura y coloco la punta sobre su espalda. Percatándose que algo no estaba bien, se alejó un poco, pero empezó acuchillarla una y otra vez su bata blanca se cubrió de color rojo sangre, hasta que su respiración seso y cayó desplomada sobre su hombro.

Automáticamente deposito el cuerpo sobre de la cama boca arriba, todavía ensangrentadas sus manos anoto en el diario.

"Querido diario:

Hoy sentí el significado de la palabra matar, nunca pensé llegar a este estado". Y lo deposito sobre la mesa de luz.

Se dirigió hacia el baño, con las manos ensangrentadas se miró en el espejo, y no se reconoció, se lavó las manos y retorno hacia su cuarto, se acostó mirando el cuerpo sin vida de su hermana hasta dormirse.

Al escuchar los ruidos, los padres se levantaron y vieron la desgarradora escena de ver el cuerpo de su hija sin vida sobre la cama

- ¡Qué hiciste!! .Exclamo el padre consternado tomándolo de la solapa del pijama y sacudiendo, mientras la madreen un estado de desesperación llorando llamaba por teléfono a la policía, al llegar lo llevaron a un juzgado de menores y mandarlo a un orfanato, una de las pertenencias que se llevó fue el diario.