Tu presencia

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Es una tarde encantadora mis ojos te conocieron y desde entonces  no se, de donde viene o cómo escribirle tanto a tu presencia, es una fuerza imponente de colores ajenos, una mezcla de tiempo pasados y preguntas futuras, es un remolino que se siente pero no se ve, que estremece pero no golpea. 

Es tener infinitas  hojas y abundante tinta y jamás sentirme cansada, a dedicarte mis letras que son los más preciado para mi vida, es como ver en la oscuridad aquel brillo de tu mirada que me ilumine. Es sentirme libre, cuando camino por las calles y haces que sonría al tan solo pensarte.

Es como una premonición constante, una señal aplazada, es tal vez solo algo en mi mente cansada. Es sentarse  a mirar a la nada y creer poder ver algo, un poco entre la angustia y la fascinación. 

Es tener conciencia de cada palpito del corazón, de lo que siente en los poros de la piel y no saber cómo describirlo o apaciguarlo. 

 Una clase de emoción que nace del miedo, un tipo de desilusión en la otra cara de la moneda del optimismo. Cuando se hace fuerte qué mejor que dejar fluir, esperar ni muy cómodo ni muy agitado, es suspirar en silencio ...

- Adriana.

Tu mirada infinitaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora