Veintitres

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Sobrevivir sin internet es casi imposible para la raza humana hoy en día, luego de la sorpresa de bart los chicos decidieron ahogar sus penas en alcohol que al parecer era lo único existente en las despensas de esa tétrica vivienda, mientras las chicas de iban a comprar la comida para el resto de la semana, compraron una montaña de alimentos tanto sanos como chatarra, eso implicaba alrededor de quince bolsas, todas las chicas se encontraban fuera de el supermercado pensando en como transportar las bolsas de el centro de la isla hasta la esquina alejada de la civilización en donde sus amigos se encontraban, y por sí sola apareció la solución, un grupo de guapos chicos salían de el supermercado en dirección a sus lindos autos, manos al ataque

Todas, sabemos actuar como zorras ¿o no?, situaciones desesperadas requieren medidas desesperadas.

-hey chicos, que tal, son de por aquí?-dijo mack desabotonando algunos botones de su camiseta

-hey hola chicas- dijo uno de los tres chicos, tenía el cabello de un color rubio oscuro, lo tenía atado en una coleta descuidada se notaba a simple vista que su cabello estaba atestado de cientos de rulos.

-si, vivimos aquí, son muy lindas para ser de por aquí- dijo el más alto de los tres chicos, tenía el cabello de color rojo, ese tipo de rojo que es más como un naranja oscuro, este chico tenía un arete en su oreja izquierda.

-el caso es chicos, que nos estamos quedando al sur de la isla, en una playa como decirlo... Uno poco desolada y hay una cabaña esta como abandonada o muy descuidada, vinimos aquí caminado pero son muchas bolsas y queríamos preguntarles si nos podrían llevar de casualidad- dijo Lucy enrollando su cabello en su dedo mirando directamente a los ojos a el chico pelirrojo

-no será un problema, es la cabaña Sanders, todos aquí la conocen, pueden entrar algunas a mi auto que es el color rojo, y las otras a el auto de steve, es el color negro- dijo el último de los chicos, este tenía el cabello negro y caía sobre su frente, peinado hacia el lado derecho, y tenía miles de pecas tanto en su cara como en su pecho, el chico se encontraba sin camisa.

-por cierto soy Thomas, y el chico Rubio es Steve, y el pelirrojo se llama Patrick, un gusto- dijo el chico de pelo color azabache

Bien, yo soy bee, la chica pelirroja es Mahogany, las gemelas son Mackensie y Amanda, la más pequeña se llama annie, la de ojos azules es ella, y por último la chica con hoyuelos es Lucy, encantadas- dijo bee sonriéndole a Patrick

Narra bee

Como nos habían indicado nos dividimos en tres grupos y aprovechamos a los lindos chicos isleños que nos llevaron con todo y bolsas a nuestro hogar temporal

-gracias Patrick, te juro que te regalare unas entradas con pases backstage para tus hermanas, en realidad estaremos aquí toda la semana tráelas cuando quieras-le dije en modo de agradecimiento

Justo cuando los chicos estaban por irse a sus hogares un alcoholizado Taylor salió de la casa para proponerle un golpe gratis a Thomas, y gritar muchas incoherencias a la vez

-Taylor Caniff que te sucede?-grite en su dirección con un tono enojadizo en mi voz

-Tu me sucedes, no puedes actuar como si no te dieras cuenta de que quiero algo serio contigo-dijo el mirándome a los ojos, podía escuchar el sonido de los autos de los chicos isleños alejarse y realmente mi subconsciente me gritaba "deja de mirar a Taylor a los ojos, preocúpate e interesante por otros chicos"

-pero como quieres que lo adivine?, junto a ti me siento una chica fácil y todo es complicado, no se que sientes por mi Taylor yo no soy adivina, nadie lo es, y si piensas que me estas dando a entender algo, eso no esta sucediendo, ahora espero que puedas recordar toda esta conversación mañana-dije para entrar a la casa y dejar al alcoholizado chico de bandanas tan confundido e histérico como se encontraba mi corazón.

Magcon girlsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora