— Bueno, ahora que ya son novios ¿Qué piensas amiga? ¿Era lo que esperabas?. - preguntó Anel con insistencia.
-Pues, era solo el momento, después de eso ya no sentí nada- sin ganas le decía.
- ¿¡Es enserio lo que dices Alejandra!?-
-Pues claro, solo quería besarle, ahora sigue Angel.- Comento Lexa en tono prepotente.
-¿¡Pero tu estas loca mujer!? Después de lo que el pobre de Max hizo por ti y ahora sales con esto, pero serás una tremenda...
Alejandra soltó una carcajada
-Claro que no Ani (le decía así por cariño a Anel) solo era una broma, calmate ya.-
Siguieron platicando y al tiempo el padre de Alejandra llamo al cuarto.
Estaban en casa de Alejandra, conversando de lo que Maximiliano había hecho por ella y todo lo que ella sentía por el.
-Disculpen si las interrumpo niñas, pero una calamidad llama a la puerta y pregunta por mi hija- en tono burlón dijo el padre de Alejandra.
-Ya voy a la puerta, dile que me espere 5 minutos. -
Salí a la puerta como era de esperarse, el estaba un poco más alto que de costumbre, me acompaño hasta la sala y tuvimos una charla con mi padre, al terminar, como habíamos acordado, nos dirigimos hacia la casa de Leo.
-¡¡¡Muchas felicidades!!! (Leo nos recibió con felicitaciones al abrir la puerta) pero no se queden ahí, pasen ya y que comience el festejo por la nueva parejita.-
Estaba Leo, Adrian, Anel, alguna chica que había invitado Leo. La fiesta no fue de las más concurridas ni de las mejores, pero si una muy importante, la que marcaría el comienzo de mi relación con el.
De regreso a casa...
-Vaya noche, dime ¿que tienes planeado para mañana? Le pregunté a Lian.
-En realidad tengo algo que hacer en la mañana pero la tarde la pienso pasar contigo ¿te parece o tenias algo en mente?-
¿Ahora me viene con misticismo? Aun así, no se porque no puede negar nada de lo que dijo, al menos alguna queja pensé, pero nada, solo asentí con la cabeza y nos despedimos.
El lunes por la mañana, de camino al colegio, no me hablo para nada solo me miraba y me desesperaba tanto que lo hiciera en silencio, antes de darme cuenta estábamos en el colegio y se despidió de mi, era la primera vez que me daba cuenta que estábamos en aulas diferentes.
Pasaba el tiempo y parecía que regresaba en vez de avanzar, al fin el receso llego, el ya estaba esperándome en la puerta del aula, no me dijo nada, solo se puso a mi lado y tomo mi mano.
Supongo que no estaba acostumbrada a tanto silencio, aunque me sentia bien, de repente explote y grite ¿Porqué?.
-¿Te sucede algo Lexa?- Me pregunto Lian con una calma que me sometió de una forma abrumadora.
-Me tiene muy desconcertada toda esa nueva calma, además ¿que fue lo que hiciste el domingo en la mañana?
Entre risas inocentes me tomo del rostro con delicadeza y me dijo...
-Solo pasar un tiempo con mi madre y con Marco, hablamos de su relación y de la mía con la de ellos, aún estoy trabajando en ello, pero creo que tomará algo de tiempo aceptar a Marco en su totalidad.-
Me sentí culpable por todas las cosas que pensé de el y solo pude decir que lo sentía.
Con ternura alzó mi rostro hundido por la vergüenza y tomo mis mejillas entre sus manos y pronunció muy despacio, no sabes cuanto te adoro niña.
Era la primera vez que el se refería hacia mi de esa manera y aunque incomodo al principio, pensé que en un futuro me podría acostumbrar a escuchar sobrenombres así.
De camino al gimnasio me centre en el pulso de mi cuello, me deje llevar y cuando comenzamos, todas mis dudas se fueron en cada golpe al balón.
De estar tan concentrada, jamás vi venir un balón que se dirigía justo a mi rostro, sin poder reaccionar y recibiendo de lleno el golpe, me tumbe en el piso y comencé a tener lo que parecían ser alucinaciones.
Comencé a recordar mi vida antes de Lian, varias imágenes vinieron a mi cabeza.
-Oye Ale ¿Estas bien? Ese balón te dio de lleno al rostro.-
Era Selene pero tenia solo 13 años, estaba también Anel, aunque como siempre desde las gradas, ellos eran mis amigas por aquel entonces o más bien solo los únicos sin contar a los hermanos Leo y Adrian.
-En serio disculpame, no era mi intención golpear tu ¿hermoso rostro? Vaya que eres linda cuando no tienes el ceño fruncido.-
¿Quien rayos era el? Era muy guapo y tenia un buen físico, aún así casi me extirpo el cerebro del golpe tenía que decir algo.
-¿Estas ciego o que te pasa?- le dije con rabia
-Por cierto soy Carlos, mis amigos me llaman Charly, tu me puedes decir como quieras.- Me dijo eso mientras hacia caras de ligue.
-Imbécil te voy a decir, fijate bien por donde pegas, por favor.-
No paso mucho más ese día, aunque a pesar de todo no dejaba de pensar en aquel tonto que me golpeó de rostro, de igual manera golpeó todo mi ser.
-¿En serio estas bien? Te veo demasiado distraída, ¿será que aquel galan sigue dentro de tu cabeza?- dijo Selene en tono pícaro.
-Oye, deberías dejarle en paz por un rato, el golpe debió afectarle bastante.- Comento Anel preocupada.
-Estoy bien, es solo que es la primera vez que le veo y me dice que me veo linda sin fruncir el señor, digo, que esperaba si casi me sacó el cerebro, además ¿por cuanto tiempo me habrá observado?-
Dije esto y el cuarto se quedó mudo, no se escuchaba ni la más mínima respiración y como siempre Selene rompía la tensión con humor algo sarcástico.
-Y que mas da si le gustas a alguien, sabes que eres mía de por vida ¿verdad?-
Sonó algo posesiva, desde que tengo memoria ella siempre ha estado conmigo, misma guardería, mismo jardín de niños y ahora misma secundaria.
Hubo algo que siempre me inquieto sobre ella, aunque siempre lo dejaba pasar pues la balanza siempre se inclinaba sobre lo bueno.
-Deberías de preguntar por el y hacer que se disculpe contigo, fue muy cruel, grosero y no hizo el mínimo esfuerzo de disculparse contigo, creo que es lo menos que puede hacer.- dijo Anel, tan preocupada por los suyos como siempre.-Oye Lexa, fue un buen golpe ¿cuantos dedos ves?-
Cuando volví a mi cabeza de nuevo, estaba Lian frente mio dándome auxilio, me pareció lindo pero esos recuerdos me trajeron sentimientos encontrados, toda la tarde estuve distante de todos, incluido Lian.
-Estas muy rara, creo que deberías ir a revisarte ese golpe-
Dijo Lian frustrado.-No es eso, estoy bien, es solo que recordé algo.-
-¿Y que recordaste?- preguntó Lian.
-Nada importante, acompáñame a la casa de Ani porfavor.-
-Tu tienes algo y no me quieres decir, respeto el modo en el quieres hacer las cosas y sabes que te apoyo en todo, más no se te olvide que el día quieras decirme lo que te pasa, estaré atento a cada palabra.-
En serio me dio un miedo tremendo la madurez con la que actuaba Lian, pero también me otorgó tranquilidad saber lo que pensaba y al mismo tiempo me moría de ganas de preguntar que había pasado entre mis recuerdos y porque parecía que Selene y yo eramos las mejores amigas.
-Bueno, nos vemos mañana Lian, te vas con cuidado por favor.- Le dije a Lian preocupado
Anel abrió la puerta, me dejo pasar a su casa, cuando llegamos a su cuarto, antes de entrar no pude evitar decirle todo lo que paso por mi cabeza, me tomo del brazo y haló fuertemente. Dentro de su cuarto, cerró la puerta y se recargo de espaldas a ella.
-¿Me estas diciendo que no recuerdas nada?-
Gracias por leer, paciencia y muchas ganas de leer
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Fuego perpetuo
Teen FictionDespués de pasar por un viaje interno, recuperar algunas memorias y hacer lo que jamás pensó que haría por otra persona, Max debe de sobrellevar una vida llena de sentimientos nuevos y lo más nuevo de todo, una relación con Lexa.