Alucinaciones Vivas

5 0 0
                                    

Aquel chico con el cual había alucinado (o eso pensé) estaba justo en medio de la sala, era como si conociera a Selene de toda la vida, pues su aura y su confianza emanaban relajación, cosa que no se consigue de la noche a la mañana, tiene que haber de por medio un gran lazo de amistad

Ahora, este personaje no sólo era ficticio, era el mismo chico que apareció en mi alucinación, ahora entendía las palabras de Anel, a pesar de no saber que hacer, trate de calamar mis nervios y pensé en hacer una pregunta ¿pero cual era la indicada?

-¿Qué haces aquí?-

Me gustaría haber dicho cualquier otra cosa, pero dentro de mi mente solo estaba esa cuestión.

-¿Cómo que piensas que voy a hacer en casa de mi prima? ¿No es obvio? Vengo de visita ¿estas bien? Parece que hayas visto un fantasma.- contestó aquel muchacho.

-Hola, parece que ya todos se conocen aquí así que me presento, me llamo Maximiliano, me puedes decir Max, por cierto, ya que estas de visita te dejaremos en paz, no queremos molestar, solo venia por el bebé. -

Pienso que Lian trato de calmar la situación, pero Carlos se paro de frente a Lian, ambos se quedaron viendo fijo a los ojos, ninguno retiraba la mirada, por un momento todo parecía tensión, tan palpable, que se podía cortar con la respiración, nadie estaba moviendo un músculo, ni siquiera para respirar, cuando todo apuntaba a un solo resultado, Carlos cambió de intensidad y comenzó a bromear.

-Supongo que debes de ser Max, Selene me contó acerca de ti, se que eres el novio de Alejandra, sabes, yo también fui su novio, pero las cosas no terminaron como a mi me hubiese gustado que terminarán.-

Tal vez gastaba un chiste de mal gusto o solo lo hacia para provocar, Lian se quedó estoico ante Carlos y no pronunció una sola palabra.

-Parece que los ratones se comieron tu lengua amigo ¿o es que acaso tienes miedo de contestar?-

La tensión volvió a subir de golpe, en una fracción de segundo todos estábamos estáticos de nuevo.

-¿Miedo dices? Cuando se enoja Lexa es cuando tengo miedo, en este momento solo prefiero no seguirte la corriente.-

Selene empezó a reír, luego todos estallaron en risa, quizá los nervios o algun otro motivo, lo que haya sido permitió relajar un poco la tensión del ambiente.

-No sabia que también eras alguien con sentido del humor Max, siempre sorprende tu manera de ser.- entre risas comentaba Selene.

-Tengo mis momentos.- contestó Lian muy serio.

-Bueno amigo, un gusto conocer al nuevo novio de Alejandra, esperemos que dure más de una semana esta vez, yo me retiro, quiero saludar a mis conocidos, ¿aún estarán Leo y Adrián aquí en la ciudad?- preguntaba Carlos mientras se iba alejando junto a Selene y Anel.

-¿Me creerías si te digo que no lo recuerdo para nada?- en forma inocente pregunté.

-Te creo, pero también creo en el, la forma en la que habla y la manera en la que trata a los demás, deben de conocerle, así que, creo debemos hablar.- contestó Lian consternado.

Una platica se habia quedado pendiente con mi padre y aunque era tarde, no quería postergar lo inevitable.

-Papá, necesito que me des respuestas, el otro día tuve una alucinación y esa alucinación estaba en la casa de Selene y según el fuimos novios y yo no lo recuerdo pero como pude alucinar a alguien desconocido y luego resulta ser que si lo conozco ¿como papá?-

Un signo de interrogación se dibujaba en el rostro de mi padre, de pronto Lian tomó las riendas de la situación.

-Creo que lo mejor sería sentarnos y que le expliques más despacio y a detalle a tu padre lo que paso.- comentaba Lian calmado.

Después de contarle todo a mi padre este se encogió de ombros, casi se abrazaba el mismo y con una voz entrecortada me hizo una pregunta.

-¿No recuerdas a tu hermana en absoluto?-

Si el tiempo seguía corriendo, yo no lo notaba, cada vez eran más cosas que salían a flote y cada vez me sorprendia más no podía asimilar todo a la vez, mi cerebro colapso y comencé a sentir mareos y náuseas, justo entonces, sentí un abrazo tan cálido y profundo que me desplome entre esos brazos fuertes y sinceros.

-Oye niña, esta bien yo estoy aquí, sigo sin entender nada al igual que tu, lo único que sé es que seguimos estando juntos y mientras sea así, de ser necesario te llevare en mi espalda.-

-¿en tu espalda?- le pregunte confundida y retraída.

-Pues claro, iniciamos un camino juntos y quiero continuarlo, no importa que pase siempre estaré a tu lado.-

Lágrimas comenzaron a brotar de mis ojos y me derrumbe ante el, no podía hacer otra cosa más que sollozar.

-Eres rara y esta bien que seas así, el mundo piensa que sólo los valientes se levantan cada vez que se hunden ¿pero y nosotros que? Los que nunca nos dejamos vencer, los que jamás hemos caído, no se imaginan la carga que llevamos a cuestas, aun a pesar de lo difícil que parezca la situación siempre estamos de pie, yo soy así y tu igual y si quieres sentirte débil, hazlo, siéntete libre de hacer lo que quieras yo estoy aqui y no importa lo que pase aquí seguiré ¿o no es así como habíamos quedado?-

En un momento donde ya no podía pensar, me deje llevar y termine dormida, cuando desperté comencé a bajar las escaleras y en la sala se escuchaban las voces de Lian y mi padre discutiendo.

-¿Siempre fue así de olvidadiza? Preguntaba Lian impaciente.

-!Claro que no¡- respondia molesto mi padre

-Es solo que sufrió y mucho, demasiado para alguien de su edad, un día sin saber como, por arte de magia o algo así, sus recuerdos comenzaron a desaparecer.-

-¿Y usted estuvo de acuerdo con eso?-
Preguntaba Lian.

-En parte si- contesto tajante mi padre.

¿Y la otra parte?- Lian quería respuestas.

-La otra parte también estuvo de acuerdo- le decía mi padre a Lian mientras agachaba la cabeza.

-Entonces me esta diciendo que usted esta de acuerdo con todo esto ¿y se supone que usted es quien la cuida?- le preguntaba Lian desafiante.

Mientras mi padre volvía a a levantar la cabeza me dio miedo verle la cara, estaba colérico, jamás había visto esa expresión en su cara y al mismo tiempo se ponía a escasos centímetros de Lian.

-Mira mocoso, tu no sabes nada y no te concierne saber, yo he estado con ella desde que nació y sigo aquí a pesar de lo difícil que es, no me quieras sermonear si no sabes nada, ¡Tu no mereces saber nada!-

-Tal vez el no, pero yo si lo merezco, no quiero que omitas ningún detalle y también lo necesito a el conmigo, si bien te sigo queriendo, ya no confío en ti.- interrumpí la platica ente los dos.

-¡Hija! No sabia que estabas despierta, ¿cuanto tiempo llevas ahí?-

-Lo suficiente, ahora por favor si puedes explicar que me esta pasando o porque no tengo recuerdos de una persona que afirma ser mi ex, si fueras lo suficientemente amable para empezar y Lian se queda a escuchar todo lo que tengas que decir.-

-Pero hija... -

-Sin peros esta vez papa, necesito respuestas y no excusas.- le contesté a mi padre por primera vez en mi vida.

-Esta bien, pero que el muchacho no diga una sola palabra.- contestó nervioso mi padre.

Y así, titubeando, comenzó a describir mi pasado.

Fuego perpetuoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora