Fuego perpetuo

Saber La Verdad

-Estaba impaciente en la sala de espera, solo quería que todo esto terminara y que acabara bien, tu vida y la de tu madre corrían peligro y el doctor me preguntó a quien prefería salvar ¿cómo contestar esa pregunta? A decir verdad, fue el doctor quien me despejó un poco los pensamientos, me dijo es más fácil salvar a su esposa, ella puede darle otro hijo, mientras más lo pensaba más sentido tomaba y al final tome una decisión.-

Mi padre no dejaba de mirar hacia el suelo mientras me comentaba esto, yo sentía que me faltaba el aire, que apenas me sostenía en este plano terrenal, una vez más las manos de Lian fueron el ancla que me permitían seguir escuchando.

-¿Elegiste a mamá?- le pregunte sin querer saber su respuesta.

-En realidad, te elegí a ti- me dijo mi padre devastado.

-¿Porqué a mi y no a ella?- Otra vez sin afán de saber.

-Por una promesa que hice con tu madre, ella me hizo jurar que te elegiría a ti si algo salía mal, desde el embarazo sabíamos que algo andaba mal, pero tu madre, terca igual que tu, optó por no interrumpir el embarazo cuando no representaba riesgo hacerlo y más aún, ella quería tenerte, pero al final ninguna de las dos murió, tu naciste sana y salva aunque tu madre no corrió con la misma suerte.-

-¿Qué fue lo que le pasó a ella?- pregunté desesperada.

-El costo por tener que dar a luz, con un embarazo de alto riesgo fue el de ya no poder tener hijos, teníamos planes antes de que ella quedara encita de ti pero al saber todo lo que representaba y los riesgos que implicaba, solo quería que ambas estuvieran sanas y salvas- Comentó mi padre sin emoción alguna en su voz.

-¿Porqué no recuerdo nada? ¿Porqué tiene que ver esto con mi hermana? ¿Y porque te me lo cuentas ahora?-

Preguntas y más preguntas se hacían en mi cabeza, una detrás de la otra, no se terminaba de formular una y aparecían dos más y parecían no tener fin, en algún lugar dentro de mi ser sentía que me habían arrebatado un fragmento de mi vida, no tenía recuerdo alguno y no podía recordar a mi madre.

-¿Aún conservas fotos de mi hermana y de mi mamá?-

-Las conservo todas ¿quieres qué te las muestre?- Contestó en tono sumiso.

No dude en contestar que si, el salio disparado a su recámara, después de un instante bajo con una caja, estaba llena de fotos, eran fotos de cuando aún vivía mi hermana y mi madre.

-En esta foto luce idéntica a ti.- me decía Lian mientras comparaba la foto con mi rostro.

-¿Cómo era ella? Me refiero a su personalidad, no a su físico.- le pregunté a mi padre.

-Oh hija, ella era encantadora, flexible y con un corazón tan grande que puso tu vida primero antes que la de ella, aún sin conocerte.-

-¿Y mi hermana como era?-

Mi padre se tomó un respiro, un gran suspiro y unos segundos después se empezaron a cristalizar sus ojos en lágrimas, parece que aunque poco, entendí al menos en cierta manera que recordar todo le dolía, que prefería vivir el ahora que en el pasado, aún así, yo quería seguir y tenia que saber la parte que me faltaba en mis memorias, al menos eso era lo que intentaba.

-Ella era tierna y muy noble, tal vez la más inteligente para su edad hacia cosas que no eran normales para su edad, siempre lograba sorprenderme. No se a quien le haya afectado más la pérdida de tu madre, pero cambio desde entonces, se hizo fría y demasiado lógica, no tenía tiempo para sentimientos o eso decía ella.-

-¿Y yo cómo reaccioné con la pérdida de mamá?- le pregunte con miedo.

-Nunca te lo dije, ese fue el problema desde el principio, tu y tu hermana estaban junto a tu madre, si mal no recuerdo también estaba el primo de Selene todos, tu madre, tu hermana, Selene y creo que se llamaba Carlos.

Pensaba que en ese preciso momento nada podría me podria sorprender, pero al escuchar eso mi cuerpo se heló, sentía que mi alma pendía de un hilo, mi padre continuó.

-Aún hoy día voy de vez en cuando a la estación de policía para preguntar si tienen algo nuevo para mi, lamentablemente la respuesta siempre es un rotundo no, tu hermana y tu madre murieron de una forma muy particular, casi perfectamente podría parecer un accidente, pero existe algo detrás de todo lo que pasó, no logro embonar todas las piezas y quizá la única persona tan suspicaz como para entender todo este asunto sería tu hermana, lo sé, parece una locura ¿no es así?- preguntaba dudoso.

-Siendo sincero, en este punto todo podría ser verdad o mentira, solo las personas que estuvieron involucradas en todo esto podrían dar un enfoque distinto de lo que realmente pasó y lo que está presuntamente presentado como la verdad- interrumpió Lian.

-Yo prefiero esto, ya el pasado me arrebato demasiado, más de lo que puedes llegar siquiera a imaginar muchacho, si algo entendí es que el destino es muy caprichoso, no quiero que me arrebate lo último que me queda- le respondía mi padre desconsolado a Lian.

-Sin ánimos de ofender señor, pero lo poco que entendí, además de su intuición, todo parece muy sospechoso- Lian contestaba calmado.

-Además yo quiero saber la verdad, lo que olvidé, todo eso y también llegar a la verdad, no tengo ni la menor idea por donde comenzar o que hacer, pero sé que quiero y es saber la verdad- interrumpí la platica entre Lian y mi padre.

Si bien es cierto que no había descansado los últimos días, al estar agitada con todo lo que pasaba al rededor y que poco a poco iba sintiendo que mi propia vida era una mentira, al saber lo que había pasado me decidí a llegar hasta el final.

La charla entre nosotros tres no duró mucho más de mi confesión por llegar hacia la verdad, para resumir mi espíritu, mi físico y mi psique estaban en su límite, mi padre insistía con eso de que las piezas no encajaban y Lian solamente lo escuchaba, creo que de alguna forma, con esa platica tan extraña lograron acercarse a su manera, sin darme cuenta me encontraba dentro de un sueño.

-No temas en vivir tu vida plenamente, es algo natural e incontrolable, desde que nacemos sabemos que este mundo es cruel y mezquino, aun así, elegimos vivir para ser mejores y tener voluntades fuertes, hija, si algún día tienes dudas o tus piernas tiemblan, yo estaré a tu lado mi niña.-

Una figura femenina me tomaba de la mano mientras me hablaba, había algo en su tono, tristeza y además un tono maternal que me fue extrañamente familiar.