Capitulo 1

123 4 0
                                    

Narra Bill
Me encontraba esperando en el Jeep.
Encendí la radio y la usual estética me pareció reconfortante.
Sonreí con ironía.
Estaba apunto de encender un cigarrillo cuando algo golpeo en la ventana.
Solté el encendedor de golpe y este cayó contra el afelpado tapete del auto.
Encendí la lamparilla del techo y me encontré con el pálido rostro de Jason, mi mejor amigo.
Abrí inmediatamente la puerta y este se abalanzo al asiento. Coloque la llave en el contacto y puse en marcha el auto.
-Maldita sea Bill, ¿Qué no pensabas abrir la jodida puerta?
-No sabía quien era, imbécil. ¿Lo tienes?
Jason se volteó bruscamente.
-¿Qué si lo tengo? ¡Claro que lo tengo!
Sacó su morral de lona ahora robusto.
-Conseguí de todo, barras energéticas, bebidas, embutidos, enlatados, hasta una botella de vodka.
Eche un vistazo rápido a la bolsa y satisfecho me concentre en el camino.
Mi compañero miro hacia la ventana y luego hacia mi.
Golpeo con fuerza mi hombro y río. Lo aleje de un empujón e imite su acción.
Conducimos a través de la noche en la desierta carretera hasta que visualice una luz en el camino.
-¿Es lo que creo que es?
Jason miro con detenimiento a través d cristal.
-No lo sabremos si no nos acercamos.
Acelere lo suficiente.
Una gasolineria. Jason emitió un grito de victoria y mi boca se torció en una sonrisa.
Estacione el jeep junto a uno de los oxidados despachadores y me baje.
Enganché la boquilla al auto y me recargue en un costado.
Suspiré cansado, cuando llegarara al campamento tendría que hacer inventario de lo que los demás chicos también trajeron.
Inspeccione el lugar. Desierto.
A mi izquierda Jason roncaba plácidamente
El tanque se llenó y desconecté la bomba.
Ahora centre mi atención en el auto servicio, una idea surcó mi mente, si me escabullía entre las cornisas las alarmas no me detectarían.
Contemple mi idea con las manos en los bolsillos, me coloque la capucha y corrí hacia la entrada.
Pare justo en la barra de la puerta, mire rápidamente el interior y me adentre de nuevo en la oscuridad.
Con la cabeza gacha fui llenando mis bolsillos de los pocos víveres que aún servían. Sali del establecimiento con la manos llenas.
Me monte en el Jeep con la respiración algo acelerada, Jason me miraba fijamente con las manos en la nuca. Su expresión tranquila cambió bruscamente.
-¿¡Qué carajo piensas que haces?!
Me gritoneo en la cara.
-¡Consiguiendo algo que meterte a la boca cabrón!
-¡¿Y las alarmas?! ¡¿Y las cámaras de calor?¡
-Me asegure de no tocar ni una alarma infrarroja.
-¿Qué hay de las cámaras?
Aferre mis manos al volante, me había olvidado de las cámaras.
-Respóndeme Bill, ¿Te fijaste que no hubiera cámaras?
-No.
Nos quedamos en silencio.
-Ya valió mierda.
Me pase una mano por el cabello, fui un idiota al no recordar que las malditas cámaras que el gobierno había instalado justo antes del colapse.
-Ya nadie revisa las cámaras Jason.
-¿Ah no? Te daré una pista, empieza con Guardia y termina con Especial.
-Ya no estamos en California.
-¿Crees que no se les ocurrirá buscar más al sur? No seas idiota Kaulitz.
Tense la mandíbula.
-Debemos marcharnos.
-Genial.
Jason se desplomó sobre el cristal de la ventanilla, acelere al máximo para sentir la adrenalina opacar la preocupación un poco.
Llegamos al campamento, Christine, mama de Jason llego a recibirnos corriendo.
-¡Tardaron siglos!
-Nos entretenimos en el camino, nada importante.
Respondí cortante, me dirigí a mi carpa a paso lento. Entré en ella y me recosté sobre la manta tejida que usaba como colchón.
Mire el techo unos segundos, estaba más agotado que de costumbre.
Saqué mi pequeño reproductor y lo puse en aleatorio.
A mi mente la atormento lo mismo que la noche anterior y la anterior y la anterior.
Tom.

Dogs UnleashedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora