Capítulo 8: VIVIENDO JUNTOS.

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-Me dejas pasar? --pregunta mirándome a los ojos.

-Adelante...


Él entra y se dirige a la sala, cierro la puerta doy un largo suspiro e intento tomar el mayor aire posible. No sé hasta cuando podré seguir ocultando este amor tan inmenso que siento por él.


-Qué necesitas?. --pregunto lo más fría posible.

-Primero que nada vine para saber como estabas... --yo asiento y él no deja de mirarme-- segundo, te vine a buscar para llevarte a casa, tu padre ha llamado para contarme que se fueron por unos meses y tú no te puedes quedar sola aquí.. y tercero.. qué pasa conmigo? que hayas peleado con Leslie por un asunto que desconozco, no significa que también tienes que dejar de hablarme a mí. --se cruza de brazos y espera una respuesta. 


Me siento en el sofá y lo observo... lleva unos vaqueros negros, junto a una remera blanca y una chaqueta gris. Pero lo que más me llama la atención (como siempre) es su mirada, su mirada tan intensa, esa mirada que intenta leer mis pensamientos y adivinar mi respuesta antes de que yo la diga. 


-Me puedes contestar? 


Suspiro e intento sonar tranquila.


-Estoy bien, ocupada, estudiando como puedes ver --señalo los libros encima del sofá-- No pienso ir a tu casa y convivir con una persona que me odia. --una lagrima cae cada vez que pienso en eso-- Y últimamente estoy así con todos, no sólo contigo o con Leslie, estoy intentando cambiar y hacer mejor las cosas. Dejaré de drogarme, las fiestas y retomaré mis estudios.--limpio mi lagrima. 

-Me parece bien que hayas encontrado el camino, te aseguro que es el correcto, pero no de la manera en que lo estás haciendo. Puedes dejar todas las cosas que te hacen mal, pero no dejar de ser ti misma. Tú eres una persona especial, divertida, de buen humor, y buen corazón. Te he admirado siempre por estar todo el tiempo con una sonrisa y contagiando tu buena energía al resto de las personas, en eso nos parecemos, eres como un espejo. Pero ahora ya ni siquiera sonríes, te veo mal y me duele no poder hacer nada para ayudarte. 


Sus palabras hacen que se me escapen un par de lagrimas más y tengo que bajar mi mirada al suelo y morderme la lengua para no decirle que lo que me pasa tiene que ver con él y que lo único que me podría hacer feliz es él. Las ganas de acurrucarme en sus brazos son inmensas, pero tengo que aguantar y mostrarme fría. 


-Lo intentaré, pero no prometo nada. Sólo puedo decirte que estoy pasando por un momento difícil.

-Pero yo estoy aquí para ayudarte. --me sonríe de lado y me enamora aún más-- No pienso dejarte sola aquí, así que empaca tus cosas que nos vamos. 

-No pienso ir a casa de Leslie, ya te lo dije y quiero que lo entiendas. 

-Entonces vendrás a mi apartamento, aquí no te puedes quedar sola. Soy yo quien está a cargo de ti ahora. 

-No es necesario, puedo cuidarme sola, de verdad. --intento convencerlo, con sólo imaginarme estar solos en su casa se me eriza la piel.

-Quizás puedas, pero yo no quiero y no acepto un no como respuesta. 


Lo miro y me desafía con la mirada, estamos unos segundos así hasta que sonríe y me contagia su sonrisa, se acerca y me abrasa. Me acurruco en su pecho y me siento segura, como siempre, en mi lugar favorito. 

El mejor amigo de mi padre (Romeo Santos y Lali Espósito) PAUSADA TEMPORALMENTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora