Capítulo 1

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Soy un ser invisible, la mayoría del tiempo soy comparado con el viento ya que jamás podrás verme al menos que lo decida pero podrás sentirme; puedo ser silencioso como la noche al caer y fácilmente puedo entrar en tu organismo y destruir todo tu ser. Tengo varios nombres, algunos me llaman La Muerte, La Parca, La Cegadora...

Las personas me temen, tiemblan ante mí y suplican por misericordia, a estas personas las detesto, son tan patéticos y estúpidos con esta clase de actitud así que rápidamente me deshago de ellos y me llevo sus almas.

Mis víctimas favoritas son los adolescentes, tan simples y estúpidos creyendo que conocen y saben todo sobre la vida cuando ni siquiera pueden sentirme hasta que es muy tarde. Son tan fáciles de convencer, unas cuantas palabras susurradas, pequeñas pesadillas y listo; hacen lo que les pido y me obedecen como pequeños autómatas.

Hace mucho tiempo atrás, mientras recolectaba el alma de un chico drogado pude ver a una hermosa niña pasar junto a mí, la seguí y pude observar varias cosas, aparte de ser preciosa también era muy inteligente, espontánea, graciosa, lo que cualquier hombre podría desear; era casi perfecta... exacto, casi ya que realmente no lo era. Pasaba la mayoría de mi tiempo junto a ella y también viví lo que le sucedía diariamente; las burlas que le hacían, los golpes que le daban, gritos e insultos de su propia familia pero ella en ningún momento se derrumbó, luchaba contra ello y seguía adelante sin importar que. Me gustaba la pequeña era una luchadora, ganas me daban de transformarme en humano y estar junto a ella para siempre pero por supuesto no se puede, soy un espíritu. Puedo personificar lo que desee pero jamás ser un mortal.


El llamado muerte, la etiqueta de la suicidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora