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(ELSA)

-Pero... ¡Elsa! ¡Eso es injusto!

-Claro que no. -cerré mi libro y la miré- ¿Qué hacías ayer en la tarde?

-¡Eso no importa!

-Dime la razón por la que no hiciste la tarea.

-Estaba con Punzie... hablando.

-Igual. La tarea no te tomaba más de quince minutos, podías hacerla después.

-Elsa, por favor. Será la única vez que te lo pida. -no hice ningún gesto- ¡Por favor!

-No. Esa es mi última palabra. -la miré y sentía como me clavaba cuchillos mentalmente- Puedes hacerla ahora, la profesora aún no llega, y Matemática nos toca después de Historia.

Ella hizo el gesto más adorable con su cara..., lástima que ya soy, prácticamente, inmune a ella. Negué con la cabeza para dejarle en claro, una vez más, que no le iba a dar mi tarea.

-Está bien.

Sé fue a su puesto y sacó su cuaderno para empezar a trabajar. El deber era sencillo, algo raro de ese profesor. Esta vez nos mandó a realizar diez ejercicios de combinaciones y permutaciones; pero en otras ocasiones, nos pone ejercicios como calcular cuál es la masa solar si se tiene un litro de leche.

Pff, mejor no pensar en eso.

Miré la hora y mi cabeza golpeó la mesa. Aún faltaba un cuarto de hora para que oficialmente empiecen las clases. Saqué una hoja de mi carpeta y dejé que mis manos hicieran lo que quisiesen, al menos yo ya estaba absorta en mis pensamientos.

Aquello no duró mucho (según yo, los demás dicen que me puedo quedar pensando hasta horas), pues Jack atravesó el umbral de la puerta. Parecía abatido, como si anoche hubiera tenido una terrible pelea con su almohada por engañarlo con la cama. Lo miré con una sonrisa entusiasmada.

"Al menos tendré algo de compañía."

-Hola Jack.

Me miró, e hizo un intento de sonrisa. Llegó al lado mio, y se dejó caer en la mesa.

-¿Qué ocurre?

-Sueño. Eso ocurre. -levantó la cabeza para que pudiera ver sus ojeras- No pude dormir en toda la noche.

-¿Qué? ¿Por qué?

-Estaba pensando y, cuando me di cuenta, ya eran las cinco de la mañana. Justo cuando venía acá, me cogió todo el cansancio que no había sentido anoche.

Le acaricié la espalda para consolarlo y burlarme de él, aunque soy fiel testigo de cómo se siente eso. Cuando a los profesores se les mete la magnífica idea en la cabeza de mandar proyectos grupales, y no dejan hacer los equipos por afinidad, siempre me desvelo para terminarlo. No me gusta que los demás digan: "Yo voy a hacer tal cosa", y nunca hagan nada. Nop, ya he vivido eso y no volveré a tener un seis en mi boleta de calificaciones, nunca.

Sus ojos se desviaron hacia mis manos que, al parecer, ya habían terminado su trabajo. Observé con atención y sonreí. Había creado una hermosa mariposa de papel. Jack se dio cuenta de la mariposa, y me miró sorprendido.

-¿Lo has hecho tú?

-Seh, bueno... técnicamente si. Tengo mucho tiempo libre, y he aprendido muchas cosas; entre ellas, el arte del origami.

La única expresión que demostraba su rostro era de sorpresa.

-No pensé que podías hacer eso...

-No me conoces. -y volvió a caer sobre la mesa después de sonreir.

"Bonita sonrisa."

Saqué marcadores y lápices de colores de mi mochila. Me he acostumbrado a llevarlos conmigo todo el tiempo, jamás se cuando mi cerebro se vuelve creativo. Comencé a pintar las alas de la mariposa color morado.

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