Buscando mi paraíso.

Capítulo 2: Besos en la oscuridad.

Capítulo 2: Besos en la oscuridad.

Suspiró. Ya había perdido la cuenta de los suspiros de ese día. Camino entre la gente como si estos le abrieron un camino invisible. Bueno, él se sentía invisible. Llego junto con las pocas personas en su vida que lo notaban y sonrió. Recibió el abrazo de todos menos el que él tanto anhelaba.

-¡Bienvenido a nuestra graduación!-exclamó una chica de pelos anaranjados y sonrisa brillante. Haciendo un gesto con los brazos extendidos.-Las reglas aquí son: pasarla bien y tratar no meterse en muchos problemas.

Él se rió.

-Anna, ¿quién no se mete en problemas la noche de su graduación?

-Mataste mi discurso, Frost-sonrió Anna mientras tomaba del brazo a un rubio.-Pero debo admitir que tienes algo de razón, Jack.

-Siempre la tengo-dijo Jack llevándose las manos a los bolsillos. Miró a la izquierda y después a la derecha.-¿Dónde está Elsa?

Sí, Elsa Arendelle, ella era la razón por la cual Jack alquilaría un traje. No la había visto y tenía ganas de estar junto con ella. La había estado notando actuar extraño pero pensó que no sería algo en lo que él debería meterse. Aún siendo su mejor amigo. Anna se encogió de hombros.

-Ella y Hans ya deben llegar-contestó.

De nuevo, sí. Elsa y Hans habían estado saliendo desde hace ya meses. A Jack nunca le agradó aquel chico, ni a Anna, ni a Kristoff... Podríamos dejarlo en que Hans no la persona favorita de ellos pero sí la de Elsa. Jack suspiró.

-Hey, tranquilo amigo-intentó calmarlo Kristoff.-Nunca se sabe que puede llegar a pasar.

-Sí, pero me gustaría que algo pasara hoy-dijo Jack mas él mismo que para los demás. Se llevó una mano a la nuca y luego se pasó la mano por todo su cabello. Era su gesto más común y ese mismo te podía decir más de un millón de cosas a la vez.-¿Saben qué? Mejor voy a caminar un rato.

Estaba a punto de marcharse antes de que Anna lo detuviera un instante.

-Jack..., yo que tu me divertiría un poco. No tienes que hacer de Elsa tu centro. Busca el tuyo.-y con eso se fue.

Jack se quedó pensado justo al lado de la puerta que daba la salida del gimnasio y la salida a los pasillos. Elsa lo había sido todo para él, ¿y qué era él para ella? ¿solo su mejor amigo? ¿nunca sintió algo más? Jack siempre tuvo curiosidad por saber las respuestas a esas preguntas y siempre esperó a que si algún día ella les respondiera... todas fueran positivas. Salió del gimnasio. Los pasillos se veían tan vacíos... y pensar que hace solo unos días quería escapar de tantos empujones. Se sintió como en una escena de una película y, para aumentar esa emoción, se sentó en las escaleras que daban al segundo piso del lugar. Se dejó consumir por sus pensamientos.

-¿Por qué no estás en la fiesta?

Jack se dio vuelta y miró hacia arriba. Su corazón casi salta de él cuando vio a Elsa bajar las escaleras con un vestido corto de color azul eléctrico y sus tacones blancos en la mano. Se sentó a su lado y sonrió. Jack suspiró y sonrió.

-Podría preguntarte lo mismo, ¿qué hacías?

-Recolecto recuerdos-respondió apoyando las los codos sobre sus rodillas y la cabeza entre sus manos.-Vine unas horas antes porque sabía que Anna me vestiría peor de lo que ya estoy. Es decir, ¡mírame!

Jack recorrió todo el cuerpo de Elsa con la mirada y ella le dio un puñetazo en el brazo. Jack hizo un puchero mientras lo sobaba.

-Eres el peor mejor amigo del mundo, Jack Frost-se rió corriendo su flequillo, el cual, había caído sobre su mirada.-No tienes que tomar eso en serio.