𝒍𝒊𝒈𝒉𝒕𝒏𝒊𝒏𝒈

«Primera parte»

—¡Harry, es hora de ir a la escuela, apresúrate o se nos hará tarde como siempre!— gritó un pequeño de cabellera castaña y unos hermosos ojos azules desde la planta baja.

—¡Ya voy Lou!— le respondieron.

Era un lunes por la mañana, típico día de escuela, donde Louis acostumbraba recoger a Harry para ir juntos a clases.

Ellos eran vecinos, Louis vivía con sus papás  y su pequeña hermana junto a la casa de Harry quien únicamente vivía con su mamá, su padre había fallecido a causa de una enfermedad cuando él tenía 3 años. Así que su madre tenía que trabajar duramente para mantenerlo, y por esto, ella casi nunca estaba en casa. Anne era muy buena amiga de Johanna, la mamá de Louis, así que le pedía a ella que cuidara de su pequeño mientras trabajaba.

Louis era el mayor, tenía 8 años y Harry 6 años. Eran grandes amigos, siempre habían estado juntos desde que ellos recuerdan.

—Ya estoy listo— dijo un pequeño de unos hermosos ojos verdes, cabello castaño lacio y una hermosa sonrisa apareciendo en la planta baja.

—Bien, pues vayámonos que vamos tarde de nuevo— salieron de la casa y comenzaron a caminar hacia la escuela que estaba a una cuadra de donde vivían.

Como era costumbre para Louis, tomó la mano de Harry entrelazando sus deditos para mantenerlo junto a él durante el camino. Al principio, en su primer año de escuela, solía hacerlo para ayudar a Harry a cruzar la calle y porque caminaba demasiado lento y Louis tenía que llevárselo casi jalando para que le siguiera el paso. Ahora eso ya no era tan necesario, pero de todas formas lo hacía. Louis pensaba que así, Harry sabría que él estaba ahí para cuidarlo. Louis siempre había sido molestado por sus compañeros a causa de esto, pero no le importaba lo que los demás pensaran, él solo quería que el pequeño se sintiera seguro.

Harry era un poco tímido, no tenía muchos amigos, no sentía la necesidad de socializar tanto con otros niños porque sabía que Louis siempre estaría para él. Y así era, todos los días de clases, Louis iba por él a su casa para irse juntos. A la hora del descanso como Louis iba dos grados superior a Harry, siempre iba a su salón a buscarlo para comer y pasar ese tiempo juntos. A veces Louis jugaba fútbol con sus demás compañeros, mientras Harry se sentaba a un lado de la pequeña cancha para verlo jugar. A la hora de la salida era igual, Louis iba a recoger a Harry a su aula para irse.

Así era todos los días.

Donde estaba Louis, encontrarías a Harry. Y donde estaba Harry, encontrarías a Louis.

Ellos eran inseparables, todo lo que podían hacer juntos lo hacían. Sólo había una cosa en la que Johanna los separaba y era para hacer la tarea, lo hacía por el simple hecho de que Louis siempre hacia reír a Harry con cualquier tontería y eso hacía que ninguno de los dos se concentrara en sus deberes.

Después de llegar a casa, quitarse su uniforme, comer lo que Jay les preparaba y hacer sus tareas, tenían toda la tarde libre para hacer lo que ellos quisieran.

—Vamos Harry, hay que practicar un rato— dijo el castaño entrando a la cocina con un balón de plástico.

—Ya te he dicho que a mí no me gusta mucho el fútbol.

—Lo sé, pero debo practicar, te necesito— suplicó, con un tierno puchero en su rostro.

—Está bien— se resignó. De todos modos no tenia otra cosa que hacer y se aburriría. Louis sonrió agradecido.

Se dirigieron al patio trasero. Harry se colocó en medio de la pared de la casa de Louis con la de los otros vecinos. Él siempre era el portero, Louis había tratado muchas veces de enseñarle a jugar, pero digamos que Harry era algo malo para la coordinación y siempre terminaba cayéndose o golpeándose él mismo con el balón. Esa era una de las principales causas por las que a Harry no le gustaba el fútbol. Aunque de portero tampoco le iba muy bien que digamos, más de una vez recibía pelotazos en la cabeza o parte del cuerpo, por ello, entrenaban con un balón de plástico. Harry hacia todo esto por Louis, sabía que el amaba el fútbol y que uno de sus sueños era jugar para un reconocido equipo cuando sea grande, y para lograrlo tenía que practicar, y él quería ayudarlo a cumplir su sueño.