«Segunda Parte»

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Y los años pasaron...

Los dos niños pequeños, compañeros de travesuras y aventuras ahora eran dos adolescentes de 18 y 20 años.

Harry era un chico muy apuesto, con su perfecta sonrisa, sus hermosos ojos esmeralda y una mata de rizos color chocolate.

Louis también era un chico muy guapo, sus ojos azules como un zafiro, su cabello castaño lacio, su bonita sonrisa y su gran sentido del humor lo caracterizaban.

La única diferencia era que Harry había crecido un poco y Louis ahora era el pequeño.

Harry estaba en su último año de preparatoria y Louis cursaba su segundo año en la universidad. Había conseguido una beca por su gran desempeño en el fútbol y le estaba yendo muy bien.

Por otro lado, Harry ahora tenía que decidir a qué universidad se iría. Quería ingresar a la Facultad de Música, desde que Louis le había enseñado a tocar la guitarra era lo que más le gustaba, quería aprender más sobre la música y porque no, dedicarse a eso. Louis se había encargado de convencerlo de que esa era su vocación, él siempre le decía que tenía una voz preciosa cada que hacía un cover de alguna canción y que sería una verdadera lástima que el mundo no fuera testigo de eso.

Las cosas no habían cambiado mucho, ellos seguían siendo tan unidos como siempre. Cada que tenían la oportunidad de hacer algo juntos lo hacían, ya no con la misma frecuencia de antes, pues sus tiempos libres ya no eran tan similares. Louis ahora tenía otros amigos de su universidad y Harry sabía que a veces, Louis necesitaba pasar tiempo a solas o con ellos, así que él también se había visto obligado a interactuar con nuevas personas y hacer amigos, pero cuando hacían algo juntos se divertían igual que cuando eran niños.

Aunque sólo una cosa era la que había cambiado. Sus miradas, la forma en la que ahora se veían ya no era como antes, las miradas traviesas de complicidad a la hora de hacer alguna travesura habían cambiado por algo más especial.

Algo pasaba entre ellos y no eran los únicos que comenzaban a sospecharlo.

Esa tarde, Harry se encontraba en su casa acompañado de su mamá, era su día de descanso y era lo que realmente hacía, descansar. Estaban los dos sentados en la sala viendo una película, Anne estaba sentada en uno de los sillones y Harry se encontraba recostado en el regazo de su madre quién le acariciaba el cabello.

—Entonces ya te decidiste por la Facultad de Música, ¿no es así?— dijo al finalizar la película, Harry la pausó y la dejó así, se incorporó y se sentó a un lado de su madre para hablar.

—Sí, creo que es una buena idea, amo la música y Louis cree que debo dedicarme a eso.

—Louis... —repitió. —Algo me decía que estaría involucrado en esto— bromeó y Harry sólo sonrió.

—Bueno, él es mi mejor amigo y suelo pedirle opiniones.

—Lo sé, a veces creo que él tiene más autoridad en ti que yo.

—Eso no es cierto— replicó.

—Sólo bromeo, cariño.

Tenían una buena relación madre e hijo y pocas veces discutían. Harry siempre le contaba sobre su vida a su mamá, claro que de vez en cuando se guardaba ciertas cosas como todo adolescente, pero le tenía mucha confianza.

—Hijo, ¿puedo preguntarte algo?

—Dime.

—¿Sientes algo por Louis?

La pregunta tomó por sorpresa al rizado y su rostro lo dejaba en claro, tenia los ojos muy abiertos y sentía que había palidecido dos tonos.

La verdad era que esa pregunta se había estado haciendo él mismo desde hace algún tiempo.

𝒍𝒊𝒈𝒉𝒕𝒏𝒊𝒏𝒈 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora