Capitulo 5: "Una novata mas"

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Aterrizamos en el gigantesco patio que se encontraba frente a nosotros y esperamos hasta que Uthiriel habló una vez mas.

_Bien, fue un placer conocerlos. Espero haber respondido todas sus dudas. A partir de ahora, sus buscadores se encargarán de su establecimiento en la casa de los novatos. Si necesitan cualquier cosa deberán recurrir a ellos y a nadie mas. Buena suerte.

Luego de darnos una ultima mirada orgullosa, desplegó sus alas y levantó vuelo en la misma dirección por la que habíamos venido.

Vi como todos los buscadores llevaban a sus asignaciones aparte y se perdían dentro del gran edificio. Los últimos que quedamos fuimos Mia, Locker y yo junto a nuestros buscadores.

_Los veré mas tarde _saludó  Tatiana al tiempo que colocaba su mano en el hombro de Locker y lo guiaba dentro de la casa. El muchacho miró hacia atrás una ultima vez y conectó su mirada en mi. La preocupación y el miedo estaba plasmado en su rostro, así que le dí una sonrisa tranquilizadora Por mas que estaba en la misma situación que él, intentaba en lo posible mantener la calma.

_Adiós, amor _gritó Cale. Y vimos a la nefilim negar con la cabeza con consternación_ duerme bien. Sueña conmigo. 

_Tiene mejores cosas que hacer que soñar contigo _comentó Ether en broma.

Su amigo se cruzó  de brazos ofendido_ No dirás eso cuando estemos atravesando la fase de aparea...

_Siempre dices lo mismo sobre la fase de apareamiento, y  ambos sabemos que no puedes escoger con quién quieres emparejarte _le interrumpió.

_Ella esta destinada para mi. Solo se hace la difícil.

_Es como hablar con una pared. Solo no la abrumes. OK? _dijo en tono cansino.

_Yo no la abrumo _exclamó Cale consternado.

Esta vez los tres lo miramos como diciendo "En serio?"

_Dale su espacio, Cale. Hablo en serio _Ether se veía verdaderamente cansado del asunto.

_Vale, vale. Lo que tu digas. Vamos Mia. Te mostraré la casa Cale _sonrió como si estuvieran a punto de ir a DisneyLand.

Mia suspiró y  haciendo equilibrio para no caerse debido al peso de sus alas, lo siguió_ Si no queda otra...

Una vez que se habían ido; quedé a solas con mi buscador.

El sol estaba descendiendo, y las nubes se teñían de distintos tonos anaranjados, violetas y rosados con un hermoso atardecer. Esto en verdad parecía el cielo. Incluso el hombre a mi lado parecía un verdadero ángel. O lo parecería si no  mirará aquel precioso cielo con el ceño fruncido. Miré hacia donde él esta dirigiendo su mirada, y me pareció ver una mancha negra en la distancia, donde la luz del sol no llegaba. _Qué es eso? _le pregunté.

_Nada _suspiró y dirigió su atención a mí_ Vamos, te llevaré a nuestra casa.

_Nuestra? _inquirí sorprendida.

El rió_ No solo "nuestra" _posó su mano en la parte baja de mi espalda y me guió dentro del edificio_ También de mis otras asignaciones.

_Tienes otras asignaciones?

_Diez si te cuento a ti en realidad. Cinco chicas, y cuatro muchachos. Te caerán bien _me dio una sonrisa tranquilizadora que no me ayudó en absoluto.

En todo el tiempo que llevaba aquí no había estado tan asustada como lo estaba en ese entonces. Si había algo que mas me atemorizaba era convivir con otra gente de mi edad, que podía juzgarme, pensar mal de mí o burlarse. Era en esas ocasiones donde era mas propensa a cometer un error o equivocación que me dejara en ridículo. Probablemente estaba exagerando, pero cuando te han agredido tantas veces a lo largo de tu adolescencia es algo difícil no ser cautelosa.

No soy un ángelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora