Capítulo 7: "Estúpido"

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La brisa erizaba la piel de mis brazos.

"Aquí siempre hace calor" pensé.

Quizás solo estaba tratando de ignorar al gran elefante rosa en la habitación.

Allí parada frente al balcón de mi ventana, podía contemplar las estrellas. Desde la tierra no se veían de la misma forma que allí. Las luces de la ciudad impedían que pudiera verlas en su totalidad.

Suspiré y miré por enésima vez el reloj en mi mano. La hora había cambiado sin que yo me hubiese dado cuenta. Las agujas marcaban las diez y media.

No sabía que pensar sobre aquello. Sobre la Madre y su vista, sobre lo que me había dicho, o sobre el reloj defectuoso.

"No cuestiones cosas que no quieren ser explicadas"

Como si fuera tan sencillo... Me he pasado la mayor parte de mi vida cuestionando todo. 

_ Damaris? Estas despierta?

Me giré y enfrente a mi buscador.

_Como si pudiera dormir...

Ether suspiró  y jaló su cabello tan negro como la noche. Luego se sentó en el borde de mi cama encorvando su espalda.

No pude evitar apreciar el movimiento de sus músculos, ni como sus alas se plegaron detrás suyo para mayor comodidad.

No es tiempo de pensar en lo bueno que esta. Céntrate!

Iba a hacer un comentario sarcástico sobre el clima, pero él se me adelantó_ Se que es difícil, pero es mejor que descanses. Mañana sera un día largo.

_No puedo dormir después de haberle restablecido la vista a una anciana de dos siglos y luego arrebatarla de ella. Oh, me olvidé mencionar que me ha dicho que jugaré un papel decisivo en la batalla final? Qué es eso? El apocalipsis? _levanté mis manos enloquecida.

Ether soltó un bufido_ No sabría decirte, linda.

Caminé de un lado a otro frente a él. Mi vestido se mecía de un lado a otro rozando mis piernas con una suave caricia_ "Tu ascendencia se hará presente para guiarte por el camino de la victoria..." A qué se refería? Ascendencia?

_Tu ascendencia _explico_ Tus antepasados; los siguieron antes de ti.

_Como mis padres, abuelos y tatara abuelos?

Asintió.

Descansé mi trasero contra mi escritorio y sujeté mi nariz entre mi indice y mi pulgar. Respiré profundamente.

_Damaris...

_Esto es demasiado _lo interrumpí al borde de las lagrimas_ No puedo con esto. Es tan... tan..

_Extraño? 

_Sí! _grité de acuerdo. Lo miré completamente indefensa.

Mi buscador se irguió en su metro ochenta y se acerco tranquilamente a mi. No hice contacto visual, no quería que viera lo vulnerable que me sentía por dentro. Cuando estuvo a centímetros de mi cuerpo, me observó y espero. Cundo notó que no iba a mirarlo, tomó mi barbilla y me obligo a conectar nuestros ojos. 

Azul  y verde.

Me recorrió el rostro con su azulados ojos, sin expresión alguna en sus facciones. No sé que buscaba, pero después de un minuto, rompió el silencio_ Lo se. Vale? Se que esto es una locura. Yo tuve que pasar por lo mismo como todos los nefilims originarios de la tierra. Llegué a el Nido hace tres años. Estaba incómodo y no confiaba en nadie. Puede que no le haya hecho recuperar la vista a la Madre, pero ella me dio algo que me ayudaría a adaptarme a este lugar.

No soy un ángelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora