Jeanne entró a su casa hecha una furia y cerró fuertemente la puerta detrás de ella sin importarle que Matt la estuviera siguiendo y pudiera romperle la nariz. No le importaba que su perfecta cara masculina se viera mal con la nariz deshecha, estaba tan molesta con él, con Brenda, Ely y con Kris que no le importaba nada.
—¡No me sigas! —le gritó a Matt que se estaba sobando la nariz debido al portazo.
El modelo asintió y se quedó de pie en medio de la sala mientras la observaba subir las escaleras casi corriendo para después escuchar un portazo en la segunda planta. Cerró los ojos y suspiró ¿Por qué todo le estaba resultando tan difícil? Ahora Jeanne seguramente no lo quería ver ni en pintura, además que también la había visto molestarse con Kris...
Abrió sus ojos y decidido subió las escaleras, dobló hacia la derecha y se topó con dos puertas del lado derecho, en una había unos posters de bandas de rock que Matt no conocía y en la siguiente puerta decía Jeanne con una linda caligrafía en color amarillo y Brenda con un fuerte color morado. Tocó la puerta y un "Largo de aquí" se escuchó desde dentro de la habitación. Recargó su frente en la puerta y acarició el marco de la puerta como si fuera el pequeño cuerpo Jeanne.
—Escucha —dijo hablando lo más calmado que su machacado corazón le permitía—. Lo último que quería era lastimarte, Jeanne. Lo siento.
La castaña tenía su frente recargada en la puerta mientras escuchaba la triste voz de Matt desde fuera. La culpa de lo que estaba sucediendo no era toda de él, ella también tenía la culpa, desde que siguió el beso en el estacionamiento, al ir a su casa y dejar que la abrazara de esa forma tan... tan llena de amor.
Tomó valor y abrió la puerta.
Matt sintió el piso moverse pero lo que en realidad se movió fue la puerta y ya que todo su peso había estado sobre la puerta cayó tropezando dentro de la oscura habitación de Jeanne.
—Tonto —dijo la castaña pero había un pequeño atisbo de diversión en su voz.
Él le sonrió mientras se enderezaba.
—Lo siento —nuevamente se disculpó.
—Estoy pensando que esa es la única palabra que existe en tu vocabulario —dijo la castaña acercándose al borde de su cama y sintió que ya había dicho esa misma frase anteriormente—. Me siento mal.
Matt abrió los ojos y se acercó a ella velozmente.
—¿Qué te duele? —preguntó sin saber si debía tocarla o no—. ¿Sientes nauseas, mareos?
—Nada. No y no —le contestó en orden y sonrió ante la expresión paranoica del modelo—. Me siento mal por todo lo que está pasando, no es que me sienta mal por salud —él se tranquilizó—. Es sólo que no quiero fingir ser tu novia de nuevo, Matt.
El mundo del modelo se partió en cientos de pedazos al escuchar eso de la voz de la mujer que amaba, pero ciertamente él tampoco quería fingir ser su novio, quería serlo en verdad, que ella le perteneciera realmente.
—Lo entiendo —dijo el chico apretando sus dientes.
—Tengo un novio al que quiero mucho, estoy con mi grupo de teatro y me divierto mucho con ellos, paso desapercibida en cualquier lugar y estoy feliz con mi vida en este momento. No quiero llamar la atención y estando contigo eso será lo primero que pasará —suspiró—. No creo que Ely, Brenda y Kris estén en lo cierto. No creo que fingir una relación nuevamente sea lo correcto.
—Lo sé, yo también pienso lo mismo —aunque él quería lo contario a sus pensamientos—. Es por eso que digo que es mejor decirles la verdad...
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¿Jugamos a casarnos? (JASN Libro #2)
Ficção AdolescenteHan pasado tres años desde que Matt se fue por su trabajo de modelo dejando a Jeanne en el aeropuerto. Pero ahora Matt ha vuelto con un propósito bien claro. Recuperarla, ser novios, de verdad, no más mentiras ni juegos. Piensa que puede ser fácil...