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Cap. 12*

-Linda-susurre y colgué el teléfono

Me levante de la cama y guarde la navaja en el cajón, para que mama no la viera, al girar la cabeza asía la puerta me encontré con lo peor que me podía pasar

Mi madre estaba allí, mirándome confusa, no sabia que pasaba

- ¿Que haces en mi habitación? - Pregunte rompiendo el silencio.

- ¿Que te paso en el brazo? - dijo Viendo fijamente mi manga llena de sangre- ¿Que te paso?- Pregunto y trague saliva-- Dime que carajos te paso-comenzó a gritar

- ¡A ti no te importa!-Mierda porque le había contestado así

- Claro que me importa, ¡¿Que mierda te paso?!

Me sentía mal, no podía permitir que mi madre supiera que me pasaba, a ella no la podía decepcionar

-Venia de regreso de la escuela -comencé a explicarle- no me fije y me tropecé, ya sabes mama que la calle es de bajada, entonces caí de frente y me raspe los brazos

Que mentira tan mas estúpida le he dicho, no me lo creerá.
Se quedo pensando unos minutos

-Hija ten más cuidado, baja por gasas y alcohol para que no se te infecten

Dicho esto salió de mi habitación

Me detuve un momento a ver mi manga llena de sangre, la levante y vi los cortes, mi brazo estaba lleno de ellos, de cicatrices de dolor y odio hacia a mi, hacia todos

Una lagrima se me escapo

-Tranquila-me dije, tenía que bajar a comer y mi mama no me podía ver así

Salí de mi recamara y fui al baño abrí el grifo de agua congelada llevándose los restos por el desagüe, ardía pero me resultaba patético llorar, incluso impresionarme sobre los 6 profundos cortes sobre mi muñeca,

*Fea* *Mírate das asco* *Estúpida*

-Basta-Le grite al espejo-Basta.

La sangre salía por mis nudillos, había golpeado el espejo

-Mierda- me deje caer al piso, no sabía por qué esas voces estaban ahí, porque no se iban y me dejaban en paz

Cerré los ojos con fuerza solo quería volver al tiempo en que era una niña, que cuando me lastimaba mi papa siempre me abrazaba y me decía.......

*Aquí estoy yo, no llores mas yo te cuidare*

-Mentiroso-grite, las lagrimas salían mas rápido-Te fuiste me dejaste sola, Ahora todo es mas difícil sin ti

Llore, llore, y llore, después de todo, era mi única solución y el llanto era mi único amigo.
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CAPÍTULO 13

Deje que todo el dolor fluyera, que las lagrimas se abrieran paso, Ira? Dolor? Coraje? Odio? no sabia lo que sentía con exactitud pero llorar era lo único que me hacía sentir libre, era como cada lagrima que derramara se fuera cada miedo, cada insulto.

-Hija esta bien voy a salir al súper-escuche que me gritaba mi mama desde la cocina

Me levante limpie mis ojos, mi vista ya se había vuelto borrosa, aclare mi garganta

-S..si mama-logre decir con dificultad-me voy a bañar

Dicho esto cerré la puerta con seguro, abrí la regadera de la bañera, y mientras veía como caía el agua, mis lágrimas también comenzaron a salir de mis ojos

*Estúpida**Fea**Nerd**Suicida**No haces nada bien*
-Basta ya déjenme

Las voces se hacían más fuertes, no salían de mi
cabeza, estaban día y noche

*Siempre estaré aquí*

-Mentiroso-Grite-te fuiste me dejaste, rompiste tu promesa, te odio, te odio, te odio

Comencé a golpearme la cabeza contra la puerta, no sabía que hacer, esto es mucho para apenas mis 16 años.

-Papa, te necesito-dije en voz baja y cerré mis ojos
Había un momento que me gustaba recordar con mi papa...

~Flash back~

Estábamos mi papa y yo sentados en el parque que estaba a unas cuadras de la casa, como siempre yo estaba llorando porque en la escuela me decían que era muy gorda, que parecía una pelota.

-Hija, tranquila aquí esta papa-dijo mientras me abrazaba

-Papi, nunca tendré un príncipe por ser gorda-lloraba y no dejaba de llorar

-Aquí está tu príncipe- me dijo mientras limpiaba mis lagrimas -Para mi no hay princesa más hermosa que tu, dime quien más tiene esos ojos color extrañamente café?, Princesa- agarro mi barbilla y me hizo verlo-Tu tienes cosas únicas que te hacen especial y diferente, diferente no es ser rara, diferente es tener eso que te hace ser tu-

~Fin del Flash back~

Después de ese día nunca más lo volví a ver

-Estoy harta de llorar-pensé, pero las lágrimas seguían su camino.