Cap. 25*

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  Llegue a mi casa y subí a mi recamara

*Vamos hazlo*Córtate*solo uno*
Esas voces estaban en mi mente

-No, no lo voy hacer-

Porque no podía escapar de esas voces, se aferran a mí

*Hazlo*Córtate, ahora*

-No ya déjenme-Comencé a caminar por toda mi recamara

No podía sacarlas de ahí, estaban pidiéndome que me cortaran, mis brazos ardían querían sentir la navaja, querían sangrar

-NO-Salí corriendo de mi recamara, me sentía sofocada, en realidad así me sentía en toda la casa.

Estaba demasiado nerviosa, sudaba, mi corazón se me salía de mi pecho

-Cállense-Me tape los oídos y comencé a repetírmelo mientras me dirigía al baño

Entre y me recargue en la barda del lavamanos, tratando de enterrar las uñas sobre mis palmas, no funcionaba, necesitaba liberarme, pero rápido.

Lo siguiente fue, verme sobre ese maldito cristal gritándome el asco que provocaba a cualquiera

*Suicida*Gorda*Fea*Matate*

Esas palaras sus voces estaban ahí, en mi cabeza, en el baño en cada lugar en donde estaba

Me mire fijamente y lo que mi corazón grito, se dejó ir, impactando mi puño derecho contra el frágil cristal que a los pocos segundos se convirtieron en diamantes pequeños, que cortaron mis nudillos, chorreando de sangre, temblaba y sentía los trozos incrustarse en mis plantas de los pies, me recargue sobre la pared, sintiendo un mareo y las malditas lágrimas, suspiraba fuerte, así como era la ira que tenía sobre mí, me mordí con fuerza los labios, apretando mi brazo para que la hemorragia se calmara pero parecía inútil, comencé a sentirme más débil de lo normal y mis labios estaban secos, necesitaba ayuda, una simple lavada y una venda no servirían de nada, comencé a delirar en mi subconsciente, mesclando las voces de culpa sobre mi físico, dejándome exhausta.

-¡_____! ¡Contéstame! ¡¿Qué fue eso?!

¿Qué? Pase saliva rápido, aunque seguía perdida en la debilidad de mi cuerpo, llevándome casi al suelo, no podía pedir ayuda, sentía mis huesos tronar y me cabeza zumbar.

Me enrede más en la toalla, tratando de hacer caer a mi mente que no tendría ayuda, hasta que unas fuertes pisadas rápidas llegaron a mis oídos, me recargue aún más dejándome llevar.

-¿¡Qué mierda sucedió aquí!?

Sentí mi cuerpo caer de sentón,

-¿Qué es lo que hiciste Ángel?-susurro.

-No, no me llames así-le reclame

-Eres mi Ángel, Tendré que cargarte hasta el hospital-me dijo tomándome de la cintura.

-¡No! Por favor el hospital no

-Esto necesita más atención.....

-Por favor Zayn, no me lleves ahí.

-Te llevare en brazos.

-No, voy a lastimarte, por favor, no lo hagas, estaré bien, solo déjame sobre la cama, cuando me sienta mejor me daré primeros auxilios.

- no te dejare, no así. No iremos al hospital, pero dejaras que te cuide, no pienso discutirlo.

Me llevo en brazos hasta mi cama, lleve mis manos hacía los costados, sintiéndome mareada

-¿Dónde está en botiquín?-pregunto a un lado mío.

-En el estante principal del baño.

En menos de 2 minutos estaba al lado de mí, tratando de ponerme derecha.

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