Mis deseos más profundos

Nuestro primer contacto

Era el día de bienvenida a los nuevos alumnos al instituto, un estilo de iniciación. No nos dieron clase y no estuvimos en el salón. Ya habían pasado las 7 horas de "escuela" que me correspondían, y estaba sentado, con mis audífonos a tope, a la salida del Instituto; mi cabello de color azul oscuro se mecía con el viento, quitando el flequillo que tapaba mi cara, suspiré con indiferencia y lo logré volver a acomodar, pero, oí una voz.

- Hola. -dijo un chico de pelo café oscuro, con un fleco que medio tapaba su cara. Soy Daniel, un gusto.

Logré desacomodar mi fleco, y su nombre retumbó por toda mi cabeza. Y lo miré, con un escalofrío que pasaba de arriba a abajo, se debió a que: estaba enamorado de Daniel.

- Húm, h-hola, -contesté yo con un leve suspiro, observándolo a sus ojos, de tono café, que eran como astros deslumbrantes-. Soy, Juan David, el gusto es mío.

Mi tartamudeo en aquella oración fue por ese escalofrío que me recorrió desde las piernas hasta la nuca. Mis ojos oscuros se desorbitaron de paso. El amor a primera vista es sólo un cuento, pero, a mí me sucedió.

- ¿Estás bien? -preguntó Daniel, un poco preocupado por la situación que me ocurría.

- Sí, supongo, no sé que pensaste -mentí en aquella oración, y empecé a sudar.

- ¿Estás sudando? ¿Seguro que estás bien? -volvió a repetirme Daniel, al que se le veía seriamente preocupado por mi sudorosa mano derecha.

Por suerte hacía calor, y pude mentirle de nuevo a Daniel. Y aparte de qué hacía calor, estaba abrigado con una chaqueta negra y una remera de Slipknot.

- Bonita remera, en serio que me gusta. ¿Te gusta Slipknot? -me preguntó, con sus dos ojos en mi pecho delgado y blanco, tapado por la remera.

Me gustaría haberle dicho algo cómo me gustas TÚ pero era algo "incorrecto" porque según mis padres los homosexuales eran maricas y locas.

- Húm, gracias, supongo. -dije con mis dos ojos fijados en su remera de A Day To Remember-. ¿Te gusta ADTR?

Él me respondió de una manera muy amable, mirándome a los ojos aunque estuvieran tapados por el cabello azul. Creo que también se fijo en mis dos expansiones.

- Sí, me encanta ADTR. Es mi banda favorita.

Después de que dijera eso, vimos pasar a otros chicos por delante de nosotros, y reanudamos aquella conversación amable de personas maduras.

- ¿Con qué te encanta ADTR?, -comenté, para unirlo después con una frase más larga.- ¿Has oído sobre Pierce The Veil?

- Sí, claro, es una muy buena banda. Me encanta la voz de Vic, es simplemente maravillosa. Aunque, ¿has oído tú sobre Jimmy Eat World? -comentó Daniel, al hacer esto, un brillo hermoso se posó en sus ojos.

- ¡Claro!, amo esa banda. Es de lo mejor qué he oído. -Al decir esto, tarareé un poco de The Middle, una famosa canción de la banda anteriormente dicha.

- Dios, por fin alguien que conoce a Jimmy Eat World. -Exclamó Daniel, un poco alegre por que yo conociera aquella banda casi desconocida.

Tenía algo de curiosidad por conocer mejor a este chico, así que, decidí preguntar por otra cosa relacionada con música.

- ¿Puedo tocar tu camiseta? -pregunté yo, con algo de curiosidad.

- Claro. -Me respondió Daniel, con su aire de amabilidad total.

Acerqué mis manos hacia su camisa, tocándola con mis dedos, hasta que una fría mano los alejó...

- Aléjate de Daniel, ahora mismo. Es sólo MÍO.

Supongo que me debí alejar, escondiéndome tras la sombra de otro árbol hasta que llegó mi madre...

- Hola mamá. -exclamé algo desairado, sin perder mi mirada de mi madre.

- David, ¿qué ocurrió ahora? -ella pasó su mano derecha por mi cabeza, revolcando mi cabello azul-. no me ocultes nada...

- No pasó nada -le dije con el mismo tono de voz, grave y bajo, cómo el de siempre.

- Bien, sí me llego a enterar de alguna cosa nueva u otro problema con una persona la llevas, ¿vale? -exclamó seria, aunque igual de cariñosa como siempre, era mi mamá, siempre... mamá.

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Espero que les haya gustado, mis amados caramelitos. Y saludos a Marcus Rodríguez, sí es que me estás leyendo~