El maldito cosmos me odia

Un dia de perros

Kelly se levantó temprano. Era martes. Los martes a primera hora le tocaba clase de historia con el señor bullind .
La persona más borde y amargada que había en su instituto.
El profesor tenia la mala costumbre de contarle sus experiencias a sus alumnos.
(Quienes pasaban olímpicamente de lo que les decía )

A veces era gracioso porque desde que le conocia el hombre tenia problemas con su fisico, el profesor estaba tan gordo que no levantaba su trasero de la silla nunca porque se le quedaba encajado.

Ella siempre intentaba no reirse cuando ocurría el incidente , pero no había manera todo el mundo se tronchaba cuando el profesor salía a rastras con la silla pegada al culo.
Se quedó pesando como podía el profesor ser así de infantil para dejarse insultar de esa forma.
Era una estupidez.

El grito de su madre la sacó de su trance.

- Hija te dejo el desayuno preparado que me tengo que ir a trabajar.
Los tacones retumbaron por toda la casa mientras se dirigían a la puerta.

- ADIÓS MAMAA!!

Después de hacerse una trenza rápida bajo a desayunar con el estómago gruñendole impaciente.
Se tomó unas tortitas deliciosamente preparadas untadas con nutella.
El vaso de leche se lo terminó de un sorbo y salió disparada al baño.
Cuando terminó de lavarse los dientes se dirigió al autobús que la llevaría al feo instituto.

La parada se encontraba situada a unas dos manzanas de su casa, no estaba muy lejos.

Al llegar a su destino se quedó de pie mientras observaba como el enorme transporte de ojalata se detenia con un chirrido desagradable.

Kelly miró el cielo, aburrida, este estaba cubierto por una capa de nubes espesa y de color gris.

- Pues si que empezamos bien el día - dijo mientras subía al autobús con los cascos al cuello.