7... Lo que está mal, lo que está bien.

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En los sofás de aquel loft, Eliha volvía a coser la herida de Taitus mientras que Cornelia dormía un poco para recuperar fuerzas.

-Si serás- decía Eliha enojado mientras volvía a coser la herida.

-Auch, auch, auch...- decía de nuevo Taitus cada vez que la fría aguja punzaba su piel para unirla.

-¡¿Cómo se te ocurre ser tan imprudente?!- le preguntó Eliha al borde de un ataque.

-Es que era necesario- se excusó Taitus.

-¡Necesario y que nada!- exclamó Eliha terminando de coser la herida reabierta, dándole una fuerte palmada en medio de esta.

-¡HAY JODER, MIERDA!- gritó Taitus, la palmada fue tan fuerte que le hizo sangrar un poco.

-Chicos... intento reponer fuerzas, cállense- les dijo Cornelia revolviéndose en el sofá.

-Perdona Corni- le dijeron los dos al mismo tiempo, asiendo un silencio muy cómodo y dejando que durmiera un poco.

Los gemelos durante ese tiempo recordaron lo que sucedió en la azotea, lo extraña que fue la pelea contra Assassin Draining y como por un segundo, vieron a su maestro volver desde las cenizas de la muerte, pero ¿estaba bien que volviera? Por algún motivo los chicos, si, se sintieron felices cuando vieron que Alan volvía a ser el de antes pero, ahora, por alguna extraña razón no les agradaba la idea, era como si lo que su maestro fue antes, algo puro e inocente solo hubiese sido una fachada para la perversión más grande jamás vista, la forma en que mató a ese asesino, ellos nunca lo habían visto comportase así, pero alguien si.

-¿Estás bien?- le preguntó Dan a Alan, ellos estaban en la azotea, recogiendo el cadáver de Assassin Draining con una sabana.

Eliha ya le había suturado las heridas a Alan, al final no habían sido tan graves como creyeron, su cuerpo era sobrehumanamente resistente.

-Si...- dijo Alan algo pensativo –De hecho no- aclaró.

-¿Qué sucede?- le preguntó Dan.

-Mira- le dijo Alan señalando a el que murió en sus manos, en sus garras –Esto es lo que me sucede- explicó –Sé que lo que hice, fue para protegerlos, pero, la forma en que lo maté ¿enserio soy tan sanguinario, tan monstruoso?- le preguntó con algo de miedo ante la respuesta.

-Pues...- decía Dan pensativo –No del todo, cuando te pedían pruebas de que terminaste tu trabajo, generalmente torturabas a los objetivos y llevabas un órgano, generalmente era el corazón- le dijo, él lo miraba horrorizado, Dan se sonrió un poco, jamás pensó que Alan vería y admitiría lo sádico que era –Pero creías firmemente que si alguien debía morir destrozado o de forma agónica ¿Quién eras para detener eso? Tú solo te guiabas por tus deseos, no lo hacías por sed de sangre- le dijo, Alan lo pensó un poco y extrañamente se sentía partidario de la idea, pero no significaba que lo haría por de todas formas, solo de ser necesario lo haría –Pero esto, esto ni siquiera lo haría el Alan que conozco- decía mientras envolvían el cuerpo.

-¿A que te refieres? ¿Soy peor que mi anterior yo?- le preguntó ansioso.

-No es que, solo has matado a alguien de esta forma tan brutal, mostrando tanta sed de sangre y muerte... a tu padre- le dijo Dan, Alan se conmocionó un poco –Estabas pensando en eso cuando sucedió todo este desastre ¿no?- asintió –Creo que lo mataste así porque estabas evocando ese recuerdo, fue... la primera y única vez que mostraste sed de sangre- le dijo Dan, Alan se quedó pensando en eso un segundo y regresó al presente.

-Bien, vamos a levantarlo- dijo Alan –A las tres... uno, dos ¡tres!- dijo y al levantarlo, al cadáver se le cayó un teléfono.

Alan se percató pero aún así botaron el al cadáver por una de las ventilas de la azotea y este cayó por las tuberías hasta llegar a un gran cuarto triturador, donde allí, mientras sus tejidos y huesos se pulverizaban lentamente, quedó el recuerdo de que alguna vez existió la persona que se hacía llamar Assassin Draining.

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⏰ Última actualización: Oct 08, 2015 ⏰

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