Es curioso como es de aburrido para todos ( o bueno, una gran mayoría ) ser nuevos en algún instituto o colegio, bueno, para mi siempre a sido lo mismo llegas, todos te miran raro, te sientas sola, almuerzas sola, te sientas sola en clase, lo normal, pero nunca falta, el/la chic@ que se acerque a ti, pretendiendo no se que, pero lo hacen, en mi caso fue un chico, guapo, si, pero eso es lo que más me choca de los hombres, tienen una cara guapa, a la mitad del instituto a sus pies y ya creen que a cualquier chica que le hablen se doblegaran ante el, conmigo no jaja, perdón por la risa, pero conmigo perderá su tiempo, el chico guapo de el que acabó de hablar se acercó lentamente a mi pupitre y me dijo:
- Hola hermosa, bien día
- Hola, y te pediré un favor no me llames hermosa, gracias
- Pero porque - replicó -
- La razón es muy sencilla, porque no me gusta que me llamen así, es una pequeña forma de decir una mentira con bonitas palabras
- Claro que si eres hermosa, no digas lo contrario
- Así es y tú deja de decir lo contrario, si quieres que nos llevemos bien es mejor que guardés tu distancia
- Esta bien, pero te estaré observando.¿Que le pasa? Ósea esta loco o esta pendejo, no se como esté pero será mejor que esté bien lejos de mi, llegó la hora de el descanso y fui a la cafetería de el instituto, compre una manzana y una bebida dietética, para no engordar, ustedes me entienden, unas chicas que estaban detrás de mi empezaron a murmurar, decían cosas que no entendía porque lo hablaban muy bajo, no les di importancia, salí del lugar y me fui a sentarme junto a un árbol, termine de comer y me recoste sobre el tronco cuando llegó el, me despertó y me dijo :
- Que haces tan sola
- Escapando de imbéciles como tu - Sonreí-
-Wow que ruda eres, eso me gusta
- ¿ah si? Pues entonces - me paré - sigue buscando rudeza en otras -camine hacia adelante-
- ¡Espera! -gritó- no te vayas, el descanso no termina aún
- Lo siento, pero prefiero pasar el resto del tiempo metida en un baño que hablando contigo, sin más que decir, adiós - caminé hasta llegar a la biblioteca, escogí un libro llamado Cero Absoluto, empeze a leerlo me gusto mucho, timbraron (que mala suerte), deje el libro donde lo encontré y fui al salón de clase, estaba caminado por el pasillo, llegó una chica, tropezó conmigo y caminanos las dos al suelo- ¿Estas bien? -preguntó-
- Si ¿y tú? - respondí-
- Si, perdona por chocar contigo, soy un poco nueva en esto de los tacones -sonrió-
- No te preocupes, todo por vernos chulas verdad - me paré y la ayude a pararse igual -
- Como te llamas - preguntó -
- Esaúl y tu - respondí -
- Ari - sonrió -
- Bueno a sido un placer, yo me voy, adiós - corrí y me metí a mi salón - algo en ella me parecía similar, bueno, ya lo descubrire después