Esperanza
El hombre que tenía a mi lado me miraba, sabía que conocía esos ojos pero al intentar recordar mi cabeza dolía.
-Mi amor...-Dijo en un susurro.
No lo sabía, no entendía quien era pero su presencia no me era incómoda.
-Julia!- Miguel. -Estas bien? Cómo te sentis? Que te duele?- Sé aproximo a mi, pero el desconocido no parecía querer correrse.
-Permiso padre...
-Padre?- Padre de quien? Ambos me miraron.
-Juli el padre...no sabes quien es?- Negué con la cabeza, y puedo asegurar que vi dolor en esos ojos verdes.- Es el cura...del convento Santa Rosa.
Cura? Mi cabeza era un rompecabezas y ciertamente faltan demasiadas piezas.
Pero cómo podía ser Cura? El me había dicho mi amor, y yo sentí que lo era.