DEMONS. (Justin y tú)

DEMONS #02

"Cree lo quieras, pero aún te mueres por mi."

Y si, ahí estaba él; Justin Bieber, la persona que me hizo sufrir pero que en él fondo también me hizo feliz. Lucia jodidamente bien, su cabello peinado hacia arriba, vestido de una manera ¿sexy? ¡Él siempre ha sido sexy! Sus ojos, sus benditos ojos miel y esa sonrisa que podría derretir a cualquiera. "¡Reacciona Downey!" me regañe a mi misma.

-No me llames así.-trague saliva.
-Mira que te encanta. -rio en tono de burla.
-¿Qué haces aquí?.-hable tratando de no sonar nerviosa.
-Uhm, ¿a qué se viene a una fiesta, gatita? ¡Oh, cierto! Olvidaba que eres ______ Downey.-sonrió.

Su sonrisa, su estúpida sonrisa, la había extrañado en realidad y verla de nuevo me hacia sentir ¿completa? En cierto modo. Rodeé los ojos dándole la espalda para dirigirme a la fiesta, su presencia me incomodaba mucho, mejor dicho; siempre me había incomodado pero sentí su mano jalandome del brazo ¡Maldicion! "Bravo _____" hizo que quedara en frente suyo, lo mire y su mirada me recorrió causandome un escalofrío.

-Suéltame, Justin.-le mire.
-¿Y si no qué?.-arqueo una ceja.
-Bieber, por favor.-estaba poniéndome nerviosa.
-¿Nerviosa?.-murmuro cerca de mis labios.
-De ti, jajaja, brincos dieras.-rei un poco.
-Uhm, si lo estas.-senti su respiración en mis labios.-Siempre te he puesto nerviosa, gatita.-dijo en un susurro.
-No lo creo, me das asco.-menti.

Sonrió mirándome y paso su pulgar por mi labio inferior ¡No, no lo hagas por favor! Me acerco a él pegandome a la pared y me beso, no era un beso brusco ni mucho menos rudo, era suave y ¿tierno? No podía negar que extrañaba sus labios pero quería mantenerlo alejado ya que no quería volver a sufrir por su culpa. Me separe con brusquedad limpiando mi boca, fingiendo asco, él sonrió mirándome con cierto gozo.

-¿No escuchaste que me das asco?-dije fingiendo enojo.
-Cree lo que quieras, pero ambos sabemos que aún te mueres por mi.-se cruzo de brazos convencido.
-Quisieras, imbécil.-dije y me fui de ahí dejándolo solo.

No podía negar que extrañaba sus besos, pero ¡Demonios! Bieber sólo se encargó de jugar conmigo y seguro ahora se me acerco para confundirme aún más, lo odiaba con todas mis fuerzas por todo lo que me hizo. "Pero también lo amaba incondicionalmente" que estúpida soy. Caminé entre él gentío y busque a mi mejor amiga, comenzamos a beber como locas pero ella me dejo sola unos momentos ¿a dónde habrá ido? Suspire buscándola hasta que me encontré con Zack, seguro él sabría donde está Rose.

-Zack ¿haz visto a Rose?-rasque mi nuca.
-Uno de los chicos que venían con ella se la llevo en su auto.
-¿QUÉ, QUEEEEÉ?-mis ojos se abrieron como platos.
-¿Algún problema, _____?-arqueo una ceja.
-No, no...-gruñi.-Nos vemos Zack.-sali de la casa.

Estúpida Rose, estúpida, estúpida, estúpida. ¿Cómo se le ocurre dejarme aquí? Camine entre él pasto y me senté en una enorme roca y tome mi móvil para llamar a Rose. NO CONTESTA, IMBÉCIL. Estaba comenzando a hartarme y a desesperarme ¿ahora como vuelvo yo a mi casa?
Suspire y comencé a caminar pero él pitido de un auto, lo que me faltaba.

-¿Por qué tan sola gatita? -su voz, esa maldita voz.
-No te importa.-dijé rodando los ojos.
-Escuche que tu amiga te dejo.-rio un poco.-Que triste caso.-dijo con sarcasmo.
-Idiota.-murmure.
-Sube a él auto, yo te llevo a tú casa.-sonrio.
-No.
-Sube o te haré subir.-tenso su mandíbula.
-Seamos realistas Bieber, no te importó y no te va a importar dejarme parada aquí.-bufe.-¡Largate y déjame sola!
-¡Sube al auto y ya!-alzo la voz.
-Que no, ¿qué parte del "no" no entiendes?-camine de nuevo a la casa.
-Quiza la "N" o quizá la "O"-se burló.
-¿Por qué eres tan estúpido? -bufe.
-¿Por qué sigues tan testaruda?-gruño.-Sube y ya Downey!
-QUE NO, BIEBER.-gruñi.
-¿POR QUÉ SON TAN COMPLICADAS LAS MUJERES?-bajo de su auto.

Camine pero él me tomo por la cintura adentrándome al auto, iba a salir pero se activaron los seguros. Estaba jodida ahora, al lado de Justin Bieber, mas jodido aún.