Idas, venidas y desvíos.

1. Salidas.

Te das cuenta de que la gente siempre te va a criticar hagas lo que hagas, que lo importante en esta vida es ser feliz y no ser quien quieren que seas para complacerles.
Por eso hay días en los que te despiertas y te das cuenta de que no llevas la vida que soñaste llevar, que no eres aquel adulto que quisiste ser de pequeño.
Ahí es cuando empiezas a buscar respuestas, y con eso me refiero a conocerte.

Sales de casa y te das cuenta de que todo son apariencias, que nada es lo que parece ser, ni siquiera la sonrisa que te has abrochado antes de salir.
Pero aún así sonríes y finges que todo va bien, para evitar preguntas, para evitar que vean lo frágil que eres por dentro.

Que cuando encuentras respuestas siempre te vienen más preguntas y que esas preguntas acaban siendo un bucle toda la vida.
Que al final cuando estamos en las buenas están todos, pero cuando estamos jodidos no hay ni dios, porque todo lo que conocemos acaba por irse, y duele, porque sabemos lo que hemos perdido.
Y quizás por eso cuando estamos tan perdidos estamos acostumbrados a acudir a alguien, para que nos haga sentir que valemos, para que nos haga recordar lo que ya sabemos.

Pero bueno, siempre habrá gente que te va a ayudar, que te va a dar consejos, que te intentará hacer sonreír, y eso es lo más jodido, que nos hacen intentar ver que no estamos solos, que tenemos pilares que nos sostienen.. y ahí está el problema, que nos acostumbramos a que alguien que se acabará por ir, y cuando se vaya, en ese preciso momento, será cuando nos sentiremos realmente débiles.

Y quizás sea que las personas son eso, salidas que algún día dejaremos de encontrar.