Idas, venidas y desvíos.

3. Muy dentro de mí.

Hay días grises en los que no sales de casa, días grises en los que te quedas mirando por la ventana.
Observamos que los días pasan, que los recuerdos siguen doliendo. Miramos al cielo y nos acordamos de aquellos que no están, pero que a día de hoy los seguimos sintiendo presentes. Porque al fin y al cabo, no se muere quien se va.. muere quien ha sido olvidado.

Y es que nos quedamos encerrados en recuerdos, recuerdos que no nos dejan avanzar, cuando realmente deberíamos seguir con nuestras vidas.
Pero aún así no podemos olvidar tantos buenos recuerdos, tantos momentos..
Nos dan consejos como
"Hay que vivir con ello."
"Algún día dejará de doler. "
Consuelos que nos intentamos aplicar, pero lo cierto es que la realidad es muy cruel y nos damos cuenta de que jamás podemos superar a esa persona. Que por mucho que nos digan que se ha ido y que no volverá, seguiremos sintiendo que está con nosotros, que por muy lejos que esté, esta muy dentro de nosotros.

Y es que la vida sigue.. y quizás debemos vivir la vida como a ellos les gustaría que la hiciéramos. Sonreír y no sufrir porque ellos estarán sufriendo al saber que estamos así.
Quizás no merecemos ser felices por nosotros, pero si por ellos, porque seguramente les sienta mejor que les dediquemos una sonrisa a una lágrima.

La cosa no está en olvidar.
La cosa no está en recordar sin que duela.
La cosa está en que debemos recordarles con una sonrisa en la boca.

Quizás estás muy lejos, pero estás muy dentro de mí.