Let's go on an adventure.

Capítulo 27.

Harry P.D.V.

-Liam, yo...yo creo que debes irte.

Fue lo único que pude decir, tenia tantas cosas en mi cabeza y el, el solo hizo que todo en mi mente se pusiera en blanco.

-Oh, perdón Harry, enserio no se lo que paso, yo sol...

-Liam por favor, quiero estar solo.-le supliqué-.

-Harry, perdón pero no....-decía mientras yo salía de mi habitación e iba hacia afuera-.

-¡Harry, espera!-me gritó desde el segundo piso-.

No quería tener la compañía de alguien quería estar solo, acomodar un poco todo el desorden que se encontraba en mi cabeza, encontrar una solución a todo esto.

Entonces solo decidí correr, alejarme lo posible de todo a mi alrededor, ignorando los gritos de Liam...

-¡Harry, por favor detente!-gritaba Liam sin dejar de seguirme-.

-¡Por favor, deja de seguirme!-le respondía-.

Fue entonces cuando me encontraba frente a Hyde Park, un parque muy lindo en muchos sentidos y entonces pensé que ahí podría relajarme y despejar mi mente de todo lo que sucedía y sin pensarlo dos veces, corrí hacia el parque y me perdí entre algunos arbustos que estaban alrederor de un gran árbol.

-¡¿Donde te metiste Harry?!-gritaba Liam mientras miraba y giraba en todas direcciones-.

-Harry, ¿donde mierda te metiste?, ya esta oscureciendo.-dijo mientras ponía sus dos manos en su cabeza con preocupación-.

Vi que Liam siguió su camino, perdiéndose por el área de juegos y fue cuando decidí volver a correr, asegurarme que el no me había visto y poder estar solo.

Entonces rendido de tanto correr, me recoste a un árbol frente al hermoso lago que se encontraba en el centro del parque, se admiraba un hermoso atardecer y sin más pensarlo, lágrimas empezaron a caer por mis mejillas, recordando miles de momentos con aquel chico, aquel chico que pude confiarle todo en mi vida, aquel chico que se estaba ganando mi cariño y aunque lo dudaba miles de veces, me di cuenta que aquel chico que se marchó... Se llevó mi corazón en su maleta.

-Niall, ¿porque me hiciste esto a mi?-dije para mirar hacia el horizonte, mientras podía observar que el atardecer estaba en su ultima etapa-.

-¡Aqui estás!-gritó Liam desde lo lejos-.

Y cuando llegó hasta donde yo me encontraba, solamente me abrazó, entonces me di cuenta que ya no necesitaba correr, en sus brazos pude sentir que mi mente se despejaba y mi corazón comenzaba a latir con menos velocidad.