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Sentí algo moverse a mi lado y me desperté sobresaltada. Volteé y vi a Shawn aún dormido, con un brazo rodeando mi cintura. Miré el reloj de mi celular que marcaba las 4:23 am.

—¿Dylan?—murmuró un somnoliento Shawn, mientras se sentaba.

—¿Qué pasa?—respondí suavemente.

—¿Qué hora es?

—Son las—pausé, volviendo a ver mi celular—4:24.

—Aún puedo dormir dos horas—volvió a recostarse y me jaló en un abrazo—. Ven, vamos a dormir.

Mis ojos se cerraron y no supe nada del mundo.

~

—¿Anne?—pregunté asomando la cabeza en la cocina.

Shawn se había ido demasiado temprano y yo había dormido por un par de horas más. Entré en la cocina y encontré una nota en el refrigerador.

"Dylan:Thomas y yo estamos trabajando. Llegaré a las dos de la tarde. Dejé el auto, las llaves están en la mesa del recibidor. La señora Mendes (mamá de Shawn) pasa por Sophia a la escuela, ¿podrías recogerla en su casa? A la una deberían haber llegado.
Te quiere, Anne.
–post data: en el congelador hay waffles."

Miré el reloj junto a la puerta de la cocina, que anunciaba las 11:45. Tomé dos waffles de la caja en el congelador, y los metí en el tostador. Busqué un vaso y me serví un poco de leche con chocolate. Desayuné y subí a mi habitación a ducharme.

Me vestí con un pantalón de mezclilla clara, una blusa gris, un abrigo blanco y mis adidas originals blancos con negro. Tomé la caja con la MacBook y el iPhone y comencé a programarlos. Mi antiguo iPhone no funcionaba bien, debido a la señal y eso, entonces tendría que aceptar el que Tom y Anne me regalaron. Miré el reloj casio dorado que yacía en mi muñeca para confirmar que era hora de ir por Sophia a casa de Shawn.

Al salir de la casa, el aire helado golpeó mi rostro con una fuerza tan grande, que casi hace que caiga sobre el escalón del porche.

—¿Estás bien?—una voz masculina gritó desde una camioneta Tahoe negra.

—¡Sí, tranquilo!—respondí levantando el pulgar de mi mano derecha. Él bajó de la camioneta y se acercó a mí.

—¿Cómo sigues?—preguntó cuando llegó a mi lado—Con lo de Scott, y eso.

—Supongo que estoy más tranquila—respondí, regalándole una sonrisa—. Gracias por hacerme compañía anoche, Shawn. En serio lo necesitaba.

—Lo que quieras, cuando quieras, Dylan—sonrió y tomó mi mano—. Vamos por tu sobrina.

No puedo decir que me siento incomoda con las muestras de afecto de parte de Shawn, porque no lo hago, es solo que siento que traiciono al recuerdo de Scott. Él nunca me dio una razón para desenamorarme, y seria bastante injusto comenzar a hacerlo apenas dos meses después de su muerte, y Shawn no aporta nada para detenerme de hacerlo.

Solté su mano y paré en seco.

—¿Estás bien, Dylan?—pregunta volteando a verme con el rostro confundido.

—Sí, yo—dudé—... Tengo cosas que hacer, entonces... Solo recogeré a Sophie y nos iremos.

—Oh. Está bien.

Reemprendimos nuestro camino hacia su casa y esperé afuera por Sophia. Un par de minutos después, salió la pequeña y besé su mejilla.

—¿Estarás bien?—preguntó Shawn, viéndome a los ojos.

—Sí, estaré bien—respondí de la manera más amigable que pude.
Sophia se despidió de él con un abrazo y un beso en la mejilla, y volvimos a nuestro hogar.

~

—¿Estás molesta conmigo, tía Dylan?—preguntó Sophia esa noche, cuando la recosté en su cama para que durmiera.

—No, cariño—respondí, mientras la arropaba—. ¿Por qué habría de estarlo?

—Porque dije lo de Scott—dijo en un murmuro—. Estabas triste por mi culpa.

—Oh, linda. No podría estar molesta contigo. No hiciste nada malo—dije tratando de confortarla—. Solo dijiste la verdad.

Sophia me regaló una sonrisa, y cerró sus ojos. Besé su frente, apagué la lámpara, y salí de su habitación.

—¿Dylan?—me llama Anne desde el otro lado del pasillo—Ella en serio lo lamenta.

—Lo sé, Anne. Es pequeña y no sabía lo que hacía. No estoy molesta.

—Shawn vino a buscarte esta tarde.

—¿En serio?—pregunto.

—Mencionó algo sobre que tenías que hacer unas cosas y quería saber si necesitabas su ayuda—explicó—, pero no creo que necesites ayuda para ver series y películas en Netflix. ¿Está todo bien con él?

Hice una mueca, y mis ojos, una vez más, se humedecieron.

—No, no está bien—murmuré—. No quiero hablar con él, no quiero sentir nada por él. Amo a Scott y no puedo enamorarme de nadie más, y Shawn es muy lindo y se porta como un caballero, y es tan buena persona. Y Scott no merece que haga esto, y yo no merezco a Shawn, y me torturo a mí misma.

Anne me abraza y dejo salir todo lo que llevo dentro.

—Dylan, cariño—me llama, mirándome fijamente en los ojos—. No te obligaré a que hables con él; le inventaré algo. Pero deja de decir esas tonterías, ¿está bien? Eres una persona hermosa, por fuera y por dentro. Shawn es un chico extraordinario, pero si realmente debes tomarte un tiempo lejos de él, te ayudaré, ¿está bien? Ahora ve a dormir, ya es tarde.

Anne besó mi frente y me acompañó a la puerta de mi habitación. Me recosté en la cama, prendí el televisor y me dediqué a ver Teen Wolf.

~

Han pasado tres semanas desde que llegué a Canadá, y poco a poco me he recompuesto. No he vuelto a hablar con Shawn y me siento mal por ello. No ha pasado un solo día en que no piense en él. O en Scott.

Me vestí con un pantalón negro, una blusa guinda, un abrigo grises y unas botas del mismo color. Dejé mi cabello suelto con algunas ondas y me puse un beanie guindo. Tomé mi mochila y salí de la casa.

Estaba a punto de subir al auto de Anne, cuando divisé un sobre en el parabrisas. Lo tomé y vi que en la parte trasera tenía mi nombre grabado con un plumón negro. Lo guardé en mi mochila y emprendí mi viaje hacia la universidad.

Lost stars ~ Shawn MendesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora