Final 3: Deseo cumplido

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Wendy lleva el pelo recogido en un moño informal. Lucha contra una tortilla pegada a la sartén. La golpea con la lengua fuera. Yo me aguanto la risa como puedo y le quito la espátula. Frunce el ceño, pone los brazos en jarras y me saca de nuevo la lengua. No puedo ignorar las ganas que tengo de besarla y lo hago. Ella pone las manos en mi pecho. De pronto me aparto, la levanto y la siento en su silla. Le sirvo el desayuno y sonríe educadamente.

-¡A comer! - chilla. Engulle su plato y parte del mío. Yo me pierdo en sus ojos.

Se levanta a fregar los platos pero la detengo y lo hago yo. Sé que ha estado trabajando mucho en el gremio y está cansada.

Desocupada, busca otra cosa que hacer. Y lo encuentra. Se sienta en el sofá a doblar calcetines con una carita de póker irresistible para mí. Van a ser siete años viviendo con ella y todavía me sorprende como el día que la conocí.

La Wendy Marvell de ahora es una mujer hecha y derecha. No solo su físico ha cambiado, también ha madurado y sobretodo, se ha convertido en una maga muy poderosa. El viento y ella son uno sólo.

Y ahora, está conmigo. Todo comenzó hace dos años, cuando ella tenía 17 y yo 24. Me encontraba trabajando en un proyecto del consejo en mi cuarto cuando ella golpeó la puerta y asomó la cabeza.

-Tengo algo que decirte. Pero tengo miedo.

Abrí mis brazos esperando encontrar su cuerpo. Este gesto siempre la calmaba y encontraba en él el apoyo suficiente para seguir adelante. Ella se pegó a mí un instante y ambos nos sentimos aliviados. Le indiqué que podía continuar mientras yo trabajaba. Estuvo unos segundos en silencio. Luego habló.

-Mest.

-Te escucho. - asentí mientras fijaba la vista en los planos que tenía delante y tomaba notas.

-Creo que me he enamorado de ti. - lo dijo sin dudar, como si fuese una verdad obvia, como si estuviese hablando del color del cielo. Sus palabras y su manera de pronunciarlas me petrificaron. La emoción invadió mi ser y la pluma que sujetaba entre mis manos se resbaló, manchándolo todo de tinta.

Ella corrió a limpiarlo, disculpándose una y otra vez.

-Soy una estúpida. Soy una estúpida. Soy una estúpida. Lo siento tantísimo... - pequeñas corrientes de aire circularon alrededor de su cuerpo y le movieron el pelo. Solía ocurrir cuando sus emociones la controlaban por completo. La tomé de la mano y respiré hondo mientras elegía cuidadosamente mis palabras.

-El estúpido soy yo, que llevo enamorado de ti desde que te conocí. - sus ojitos brillaron y me abrazó. Luego la acosté en mi cama y no volvimos a cruzar palabra. Esa noche ella durmió profundamente y yo me limité a observarla.

Al día siguiente, me miró muy seria y me dijo:

-No quiero que pienses que soy una inmadura por enamorarme de la persona que me ha estado cuidando toda su vida. Sé que me gustas.

Yo me reí y ella se enfurruñó. Le besé la nariz, y ella se escondió bajo las sábanas. Aunque lo había hecho mil veces antes, esta vez fue algo distinto. Habíamos comenzado una nueva etapa de nuestras vidas.

Nuestro primer beso tardó dos días en llegar. La estaba ayudando con un trabajo. Recorríamos el bosque sigilosamente buscando una especie de gigante de un ojo que atemorizaba a los niños que jugaban por esa zona. Un trabajo sencillo para Wendy, que se había hecho realmente fuerte. Sin embargo, yo no quería separarme de ella.

Encontramos el monstruo y Wendy lo redujo en un momento. Pero este soltó un brazo de sus ataduras y la tiró por los aires. Yo rematé el trabajo y acabé con el ser. Después, preocupado, grité el nombre de Wendy, que me contestó al momento.

Le pedí que siguiese hablando, y ella contestaba con débiles gemidos. Parecía que estaba llorando. Corrí desesperado.

-¡Wendy!

Me paré en seco. Algo se oía entre los árboles. De pronto vi su inconfundible cabello azul y me acerqué. Wendy estaba boca abajo con un pie enganchado en una rama. Estaba muerta de risa.

-¡Ayúdame que voy a morir! - dijo con una carcajada como si aquello fuese lo más divertido del mundo. Aliviado, me acerqué y me puse a pensar cómo iba a bajar a aquella tonta del árbol, cuando de pronto...

Todo lo que sentí fue el choque de mi espalda contra el suelo y un peso encima. Abrí los ojos aturdidos y vi a Wendy sobre mí. Se frotaba la cabeza y se quejaba. Se dió cuenta de su posición y rió aún más. Le faltaba una de las botas, que se había quedado enganchada en el árbol. De pronto paró de reírse y posó sus labios sobre los míos.

Aún recuerdo ese día con nitidez. La beso todos los días y siempre es tan especial como aquella vez. Estoy loco por ella.

Llevamos dos años juntos y sé que podré hacerla feliz más tiempo. Hoy le pediré que se case conmigo...

...y espero que la respuesta sea sí.




Buenas.

Antes que nada, decir que voy a dar por concluida esta novela. Tenía pensados más finales y tal pero prefiero cerrar esto cuanto antes. Me gusta muchísimo el ship, pero me es raro escribir sobre ellos. No sé si me explico.

El resto de cosas que escribo me salen solas, pero aquí tengo que forzarme. Y me he esforzado por darle un final bueno a esto. Espero que se considere bueno.

Lo he hecho algo más corto que los capítulos que suelo hacer para mis otras novelas, que llegan a las 1200 palabras o más. Sencillamente, este no tenía ganas de continuarlo. Tenía un buen final peeeeero no sé, mucho lío para una historia tan sencilla.

Sin duda, mi final favorito ha sido el 1. No se adapta mucho a la Wendy a la que estamos acostumbrados. Pero a mí me encanta cómo es Mest ahí.

Por cierto, uso Mest porque Doranbolt me suena a Doraemon o así y me da mucha risa.

Resumiendo, que c'est fini. Nos vemos en las otras novelas que estoy escribiendo.

Pd: WendyxMest 4eva

7 años [Mest x Wendy]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora