Broken Heart [CDM] (YAOI) [Castiel × Nathaniel]

capítulo 1

- me gustas. - musitó.

Con ambas manos sostenía un montón de papeles que debía llevar al salón de el Consejo estudiantil con extrema delicadeza de que ningún papel cayera o se arrugara. Su cabeza se mantenía gacha para ocultar el sonrojo que se aportaba cada vez más de su cara y la vergüenza que sentía, que en ese momento él creía que era notoria en su rostro.

Se mantuvo callado, esperando una respuesta, mientras los latidos de su corazón se hacían cada vez más rápidos y esa sensación de nervios lo invadía cada vez más por querer saber una respuesta que fuese la deseada. Pero para su desgracia no fue así.

Un frío "lo siento" recibió por parte de la chica, seguido por un "mis sentimientos son para otra persona. Eres un gran amigo y me haz ayudado desde que llegué, pero yo no siento lo mismo. Estoy enamorada de otro. Perdón" con un poco más de tacto que lo anteriormente dicho.

Las lágrimas se asomaron por los párpados de el delegado y recorrieron por sus mejillas. Su orgullo no le permitió ser descubierto y corrió lo mas rápido que pudo hasta el salón del Consejo para dejar esos papeles e irse en dirección a un callejón que estaba por un lado de la Academia, llevando consigo una gran bolsa de alimento felino y su mochila.

Entró en el poco iluminado lugar sin pensarlo dos veces y abrió la bolsa, para dejar pequeñas porciones de su contenido en diferentes platos que estaban en su mochila haciendo vulto y peso.

- vengan a comer, gatitos. - susurro con la voz quebradiza, secando sus lágrimas y soltando pequeños suspiros.

Los pequeños animales se acercaban uno por uno teniendo cuidado de que fuese alguien malo a él y luego a los platos para comer e irse, dejándolo sólo.

Él mantuvo su posición unos cuantos segundos después de que la corta compañía de quienes amaba se había terminado, para luego dejarse caer al piso sobre sus rodillas para continuar con su llanto en la soledad que necesitaba, o más bien, en la soledad que creía necesitar. Pero su lamento y auto-compasión fueron interrumpidos por quien menos creía.

- ¿Que haces aquí sólo, rubia? - preguntó un tanto animado y hasta con un tono de burla, junto a una perversa sonrisa. Sin embargo, su rostro de burla se tornó a uno de preocupación al verlo en ese estado - ¿Que ha pasado? ¿Amber, tus padres? - preguntó esta vez con seriedad y bastante preocupado.

- sucrette... - musitó, volviendo a romper en lágrimas.

- ¿estas bien? - le ayudó a pararse.

- no lo se... - respondió.

- ¡vienes a mi casa. No te dejaré en ese estado con esa familia que tienes! - exclamó al borde de la desesperación por tan sólo verlo así.

- no puedo. Tengo que ir a casa. - comentó desganado.

- no lo permitiré. - dijo tomando ambos hombros de el delegado - te llevaré conmigo, aún cuando pongas resistencia.

- sólo quiero morir.

El delegado recibió una bofetada por parte de el peli rojo, para luego ser arrastrado por él a su departamento.

Ellos hablaron por una larga hora sobre lo que había pasado y todo terminó en un abrazo y más llanto, luego de otra hora ambos fueron a la cama y durmieron profundamente hasta que la alarma sonará a las seis A.M.

- despierta, rubia. - dijo castiel, haciendo que el delegado despertará de golpe al oír su voz.

- ¿Que? - dijo algo impactado por ver a castiel tan temprano en la mañana, pero más que nada por estar en la misma cama que él - ¿por que estas aquí? - preguntó exaltado.

- tu eres el que está aquí. - respondió remarcando la palabra "aquí", obligándole a mirar a su alrededor y hacer que se diese cuenta de que él era el que se encontraba fuera de lugar.

- ¡¿por que estamos en la misma cama?! - sus mejillas se tornaron levemente rojas.

- porque sólo hay una. - respondió - ¿quieres desayunar? - preguntó sin esperar a que el delegado hiciera otra pregunta y siguiese reaccionado de divertidas y diferentes formas.

- yo... - tratamudeo sin poder formular lo que quería decir.

- iré a preparar el desayuno. Tú ve a bañarte, te dejaré ropa para cuando salgas. - dijo con una sonrisa antes de levantarse e irse fuera de la habitación.