Sin importar la distancia ♡ ElRubius y tú ♡

Solo sé que te quiero.

Les recomiendo escuchar la canción de multimedia mientras leen este capítulo
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~Narra Rubén~

No importa si tengo los ojos cerrados o abiertos, sigo viendo la misma oscuridad. Ha pasado una semana desde que empecé clases y estoy en mi habitación de campus universitario preguntándome si el diseño 3D sirve para algo o lo estudio por mero placer.

A veces me gustaría tener tatuado en la frente un 'Estoy mal, por favor ayúdame'. El problema es que si alguien supiera por lo que estoy pasando probablemente no haría nada para salvarme.

¿Por qué no puedo ser la primera opción de nadie? Mangel será muy amigo mío pero jamás ha venido a visitarme acá. Es más, ni sé qué hago aquí; dos putos años conviviendo con la misma gente y nadie se ha preguntado: 'Viernes por la noche, ¿qué estará haciendo Rubius?, ¿querrá ir a beber conmigo un rato o estará solo en su habitación maldiciendo la vida?'

Estoy ahogándome. Necesito un abrazo. Necesito a alguien. Necesito a alguien que me necesite. Necesito a mi muyaya, pero ella no me necesita a mí. Ella solo quiere a Marcos. A un gilipollas que besó nada más por una apuesta.

No entiendo cómo me puede hacer tan feliz y tan triste, que sólo con su vocecita me alegra el día, por un mensaje de ella llamándome 'imbécil' soy capaz de matar. Me duermo pensando en ella, en lo graciosa que es, en lo diferente a las demás, en lo difícil, en lo cariñosa. En cómo sería tenerla entre mis brazos, que acariciara mi pelo mientras nos besamos , en cómo se sentiría poner mi nariz en su pecho y saber que todo está bien, que el frío y la soledad nunca volverán a tomar el control de mí.

Me doy cuenta que apenas con unas cuantas conversaciones estoy loco por ella, sin saber su nombre, sin importar la distancia. Que la quiero, no sé cómo, pero estoy seguro que la quiero.

~Narra _____~

Tres horas con cincuenta y siete minutos fue lo que tuve que esperar para que Marcos se dignara a escribirme: "Me quedé dormido, no voy a ir. Sorry"

¡No me digas que no vienes! ¡Créeme, nadie en la pizzería en lo imaginó! Mucho menos si el mesero me preguntó ocho veces si iba a ordenar algo. Mi respuesta siempre era "Estoy esperando a alguien".

Qué ridícula fui al pensar que un chico de su nivel llegaría a enamorarse de una muchacha como yo. Qué tonta fui al creer que después de un beso y una semana de conversar realmente podríamos llegar a ser algo más que amigos"

Cómo necesito un abrazo en este momento, a alguien que pudiese acariciar mi cabello diciendo: "Tranquila, todo está bien", que me mantuviese viva con su calor, pero ¿qué amigos tenía yo? no tenía a nadie. El único chico que pensé que podría confiarle un par de cosas era Rubén, y ni siquiera porque se olvidó de mí. Yo lo ayudé y ahora él está tan ocupado siento feliz en sus fiestas universitarias en Noruega que ni siquiera puede tomarse el tiempo de responder un mensaje. Yo trato de hacer feliz a todos, ¿y quién me ayuda a mí? Yo lo dije; no se puede confiar en nadie.

Y yo que sentía que con una noche de risas y secretos, puedo... quererlo.

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Hola mis niñas, quería decirles que ninguna persona en este mundo merece sentirse como Rubius y Rayita se sintieron en este capítulo. Las quiero mucho y que tengan un bonito domingo