Mi dulce Beth

Capítulo 3

Narra Thomas

Como desearía volver el tiempo atrás...

Hace 7 años

-Nos vamos?- Le pregunte, escoltandola como en los libros de mamá

-Lamentablemente

Apenas dimos un paso en la aldea una figura de mujer salio desesperada a nuestro encuentro

-Beth y Tomas! Hasta que se les ocurrio venir... Tu a la casa- Me dijo en un tono militar- Y tu cariño anda a tu cabaña, te dejé comida ahí- Le dijo a Beth dulcemente

La espere un rato mientras practicaba mis mejores ojos de cachorros

-Que pasa mami?- cerre los ojos con fuerza intentado llegar telepaticamnete y decirle que no me castigue o peor la chancla.

Tomo un suspiro y luego de un gran sermon de que era peligroso estar de noche a solas con ella y más...

-Jura que no le diras nada.

-Eh?

-Puedo confiar en ti?

asenti preocupado, nunca se ponía así a no ser por algo serio

-Encontramos una mujer con rasgos parecidos a los de Beth, sospechamos que es su madre...

Me quede en silencio, pensando en que haria Beth al enterarse de que su mami...

-Es mejor que lo sepa.

-No, va a querer escapar de aquí y si lo hace será mas peligroso para ella estar sola con los humanos

Le di la razon, estaria mejor a mi cuidado... o sea el de la manada

Luego de unas horas, los niños debíamos salir a recoger y cortar madera para hacer la Fogata de la media noche donde era el momento donde junto con las mujeres gobernabamos la aldea.

Al mirar el cielo oscuro con manchas blancas pude ver nuestra madre, la luna llena en todo su explendor.

Lo que me hizo recordar un paisaje, en este bosque que parecía pincelado por los mejores artistas.

-Tu! Despierta! Pareces enamorado

-Que?

-Tan simpático como siempre

-Ah, Tu

-Tu mama me dijo que te ayudara con la madera

-Iugh, mejor voy solo

-Que te hice ahora?

-Nacer

-No te soportooo- me dijo mientras se tomaba en pelo

-Me importa?

-Por que de tan mal humor?

-Nada, bueno vamos a buscar madera

-Ayy nada que hacer

Caminos en silencio a travez del bosque buscando las mejores ramas

-Pareces ya parte de la familia- Le dije rompiendo el silencio que yo mismo habia creado

-No digas cosas tontas- Inflo los cachetes y me miro como perrito enojado

-Tonta eres tú

-No tanto como tu

Y le saque la lengua en respuesta y de la nada para en seco y corre al arbol mas alto que encuentra

-Yo te gano!