Leonardo Di Crespo

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-Te vi anoche.- Leonardo me toma el brazo bruscamente y me sobresalto.- ¿que hacías?
-¿Yo?- ¿debo contarle sobre Fiorella?- Nada, solo no podía dormir... - intento de seguir caminando
-Brandon... -Vuelve a tomar mi brazo- ¿Quien es Fiorella?
Mi cara se torna blanca y aprieto mis puños.
-Es... Una vieja amiga.- me suelto y camino hacia el comedor. Fiorella... Fiorella... Voy a paso firme, como queriendo romper él piso en cada pisada, aprieto mis puños mis nudillos están blancos. ¿A caso me la ha nombrado a propósito?
-Brandon...-oigo su voz a lo lejos- ella... ¿Murió?- de mis ojos brotan lágrimas, de caminar había pasado a trotar, ahora estoy corriendo en dirección a la sala de entrenamiento, debo golpear uno de los sacos de arena. Pronto.- Brandon, quiero hablar contigo. Por favor.
Empujo la puerta con todo él envión y la adrenalina que llevo en mi cuerpo, la sala esta vacía, escojo un saco y lo golpeo con todo, miro fijo a las paredes grises.
-Cooper.- me doy vuelta, es él sargento.- ¿Practicas mucho para el combate cuerpo a cuerpo? ¿o solo as tenido una rabieta y has querido venir a desahogarte?
-creo que ambas.- frunzo la frente y continuo golpeando el saco, ahora mis nudillos estan rojos. No puedo dejar de pensar en Fiorella... En ella y en todo lo que vivimos, el dolor, la felicidad, la tristeza, nuestro forever...
-¡Brandon!- Es Leonardo, no le presto atención y continuo golpeando la bolsa, mis nudillos me duelen y aumento la fuerza con la que golpeo el saco.-Por... Favor... dime...- Está cansado, ha estado corriendo.- ¿Quien era y que le ha pasado?
-Leonardo...- Golpeo cada vez más rápido y más fuerte el saco. pronto dejo de hacerlo y miro a Leo a la cara.- Ella, era mi novia, yo la amaba. ¿Te basta con eso?
-Brandon... ¿Que le pasó? ¿La has dejado o te ha dejado ella? ¿Porque se han separado?
-Ella...-Miro mis nudillos, sangran.- ella murió Leonardo... En un bombardeo.- Dejo de mirarlo para ahora mirar hacia la ventana, miro hacia afuera y veo las nubes que forman extrañas figuras, escomo si estuvieran pintadas en un lienzo celeste algo oscuro.

-Lo siento...- Leonardo me mira y sus ojos piden perdón... No lo entiende, claro que no lo entiende, no puedes entender algo que no te toco vivir. Él no ha perdido a la más maravillosa chica que pudo haber existido en el mundo, él no ha perdido al amor de su vida.- Entiendo lo que sufres...

-No...- Digo volteandome bruscamente.- No lo entiendes, no puedes entenderlo. ¡¿Acaso has perdido al amor de tu vida para siempre?! ¡No puedes entenderlo Leonardo!- él me toma del brazo y yo intento de apartarme y lo golpeo sin querer en el cuello. Leo se sacude y me observa con enojo, luego se retira. Veo que en su cuello hay algo de sangre, debe ser de mis nudillos que no paran de sangrar ni por un momento. Me cruzo con Paulina mientras camino hacia la enfermería, ella me saluda y me hace un guiño con el ojo izquierdo. María y Natacha conversan muy animadas con Lucas Di Crespo, el hermano de Leo y Pau. Paso y no se percatan de mi presencia. En la enfermería me vendan los nudillos y me dan una capsula para detener la hemorragia. me duelen las manos, pero no tanto como me duele la perdida de Fiorella


NeverDonde viven las historias. Descúbrelo ahora