"Querida mia,
Desde aquí, muy lejos tuyo, puedo recordar tus hermosos ojos, tu suave cabello y tu dulce voz. No puedo olvidarte, recuerdo perfectamente la ultima vez que te vi, estabas cansada, en una camilla de hospital.
Todo aquí es muy difícil sin ti, tenemos largos entrenamientos, los almuerzos en la cafetería son silenciosos, quiero que sepas que en ellos jamas como postres de crema, y las noches son muy frías, aun si me escondo bajo todas las mantas de la cama. Te extraño mas que a nadie en él mundo y me encantaría verte... pero nos separa algo más que kilometros, nos separa lo que sea que haya en medio de la vida y la muerte.
Fiorella, tu cambiaste mi vida. Tu me hisiste soñar, amar, creer. Eres todo lo que tuve, tengo y los que siempre tendré
Te ama, siempre,
Brandon."
Releo por quinta o sexta vez la carta y la corrijo. Luego de observarla un rato la doblo y pongo debajo de mi almohada junto a otras dos o tres. Miro por la ventana y veo la luna llena, grande y redonda, brillante como siempre, y la recuerdo. Siempre lo hago, sus ojos me vienen a la mente, celestes y brillantes como dos diamantes, perfectos, siento su cabello castaño entre mis manos, suave y delicado, y tengo unas ganas incontrolables de besarla en esos labios rojos, pero ella no está aquí...
Miro a mi alrededor y todos duermen, paulina tiene una coleta muy prolija y duerme de costado, como mirandome. Natacha y María duermen del otro lado de Pau.
Pienso en Fiorella, en su belleza, en su todo. Cada vez que la pienso, recuerdo nuestro amor. Para siempre.
Jamas la olvidaré, y si algún día lo hago me mandaré a decapitar yo mismo. Pienso en nuestro forever y ahora invento mi propio 'Never'....
Nunca la olvidaré, ni en mis mas desalmados sueños.
Never.
