capitulo 23: amnesia

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Capitulo editado

-disculpa pero, ¿quién eres tú?

-esto no puede ser, tú me tienes que recordar, por favor, solo recuerda, dime que estás jugando, ¿de verdad no me reconoces?, por favor solo intenta recordar

-no, lo siento, pero no sé quién eres, ni siquiera me acuerdo de mi propio nombre

-¿Qué edad tienes?

-no sé, no puedo recordar

-¿sabes que te paso o porque estás aquí?

-no se

-¿de verdad no recuerdas nada?

Ya me estaba cansado todas las preguntas que me estaba haciendo, ya le había dicho mil veces que no recordaba nada y el seguía insistiendo

-no recuerdo nada, deja de preguntar me estas cansando

-tranquila

-bueno

-bueno

Me cruce de brazos y me quede mirando a la puerta, no recordaba nada, solo sabía que él y la señora de la silla se me hacían familiar pero no sabía quién eran

-soy Daniel

-es un gusto Daniel, ¿pero ahora me puedes decir cuál es mi nombre?

-te llamas melisa, melisa Latorre

-¿de dónde nos conocemos?

-de la escuela

-¿y que eres de mí?

-digamos que tu amigo

-¿Cómo así que digamos?

-la última vez que nos vimos, tuvimos una pelea, y tú me dijiste que nunca más querías que me acercara a ti

-¿de verdad?

-si

-¿pero qué hiciste?

-pues le conté la verdad a tu novio

-¿Qué verdad?, y ¿Quién es mi novio?

-haces muchas preguntas

-a perdóname, pero creo que merezco saber que es de mi vida, no recuerdo ni una mierda, y tú me dices que pregunto mucho, pero si no te gusta puedes irte, ya vendrá otra persona y responderá todas mis pregunta

-tranquila

-¿Quién es mi novio? Y ¿Qué verdad le contaste?

-tu novio es un tío que ni siquiera se ha presentado a ver cómo estas él es...

-David

-¿Cómo sabes eso?

-no sé, solo lo recuerdo a el

-pues si tu novio es David, y le conté que tu estuviste conmigo, digamos que él es una especie de enemigo para mí y que tu estuvieras conmigo lo encabrono mucho y le dolió, por eso fue que lo dije, tú me dijiste que había dañado tu relación con él y me pegaste, por eso fue que en ese momento me odiabas

-eres un capullo

-se me hacía raro que no me insultaras, ya se volvió algo habitual

-¿soy muy grosera?

-no me pongas cuidado

-pues buscar al doctor, para que sepa que desperté

-claro, ya vuelvo, pero mientras si quieres puedes despertar a tu mama

Nadie me va a cambiar (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora