- Taylor, sé que te parece extraño que esté aquí pero tengo algo que decirte... - Se acomoda el cabello que ahora está mucho más largo a comparación de la última vez que lo vi. – Lamento mucho lo que hice y...
- Vete. – Digo sin dejarlo terminar.
- ¿Al menos podrías escucharme? – Toma mi mano entre las suyas.
- No vuelvas a tocarme... - Digo cerrando los ojos y apartando mi mano bruscamente. – Por favor.
- Taylor, solo dame dos minutos. Es lo último que te pediré.
- No tengo tiempo para esto Harry. Ya está. Lo hiciste antes... no veo cual es el problema en irte otra vez sin aclarar nada ¿no?
- Precisamente por eso estoy aquí. Siento mucho lo que hice Taylor, por favor perdóname. – Me entrega un ramo de rosas.
- Está bien. Listo Harry. ¿Algo más?
Paso por un lado de él y comienzo a abrir la puerta.
- Por cierto... no necesito esto. – Le regreso las rosas. – Te lo agradezco pero no las quiero. – Entro a casa y cierro la puerta.
- ¡No me iré de aquí hasta que hablemos!
Me quito mi abrigo y lo cuelgo. Está muy mojado. Cuelgo las llaves y me siento en la mesa junto a Karlie.
- ¿Desde cuándo está aquí? – Pregunto.
- ¿Quién?
- Harry... ¿desde cuándo está aquí? ¿Por qué no me lo dijiste?
- ¿Harry está aquí?
- Si, está allá afuera, no sé que es lo que quiere aquí después de tanto tiempo Karlie. No sé que es lo que he hecho para merecer esto. Justo había decidido volver a ser la misma de antes y él se aparece aquí como si nada.
- ¿Qué te ha dicho? – Pregunta impresionada.
- No mucho. No lo dejé que hablara. No necesito escuchar sus excusas.
Harry
Me siento a un costado de la puerta y coloco el ramo de rosas junto a mí. Estoy más empapado que el césped. Quiero que me escuche pero Caroline sigue en la camioneta. ¿Qué hago?
Minutos después se abre la puerta y yo me levanto instantáneamente.
Es Karlie.
- Hola Karlie.
- Harry.
- ¿Vas de salida?
- Así es.
- ¿Crees que pueda pasar?
- No, Harry, entiende que no quiere hablar contigo. Ella confiaba en ti más que en nadie, y la traicionaste. La ignoraste por mucho tiempo mientras ella lo único que quería era que le dieras un último abrazo, o que por lo menos te despidieras como se lo merecía. Con la verdad. ¿Y así quieres que ahora te escuche? Yo lo siento mucho por ti Harry, porque ella encontrará a otro hombre que la ame igual o más que de lo que tú decías amarla. Pero dudo que tú encuentres a alguien como Taylor.
- La amo de verdad.
- Eso ya no te sirve de nada. Ahora si me disculpas, tengo que irme. – Dice y se va.
Sin duda tengo que arreglar esto.
Comienzo a tocar el timbre cuantas veces puedo. Va a tener que abrir tarde o temprano.
