Vida de una chica cualquiera

4 El chico de ojos verdes

Sube al bus no muy confiada. Pensando en la posibilidad de que el conductor no se dé cuenta de que no lleva el billete.
Como hay bastante gente para entrar se mete entre este follón y hace como si ya hibiera picado el billete, intenta ser natural, se sienta en el primer asiento que ve libre y se pone los cascos.
Cada dos por tres cuando para el bus nota que el conductor la mira, pero ella ni se immuta, a ver si ese presentimiento es todo imaginaciones suyas y llega a fastidiar su plan descubriéndose a si misma.
Cuando llega su parada pica al botó del 'Stop' y se levanta del asiento para marcharse, pero de repente se le para el corazón.
Oye al conductor que la está llamando, ella intenta disimular que se está muriendo por dentro, pero por desgracia lo que hace en realidad es ponerse muchísimo más pálido de lo que está.
Con paso decisivo va hacia el conductor, el conductor le pregunta si podría enseñarle su billete (mierda). Con cautela saca el monedero y lo abre, hace ver que lo tenia aquí hace un momento pero parece ser que se lo han robado, el conductor no parece muy convencido, pero de repente como si de un ángel de la guarda (su guarda) se tratara un chico de ojos verdes se junta a su conversación.