El beso

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El olor de la naturaleza era tan puro, tan pacífico, que la hacía sentir en casa, como no se sentía desde hace bastante tiempo.
Caminaba lentamente en busca de algún lago cercano, recordaba que había uno no muy lejos de ese lugar y deseaba zambullirse en sus tibias aguas.
El olor a humedad se acercaba a sus fosas nasales, así supo que había llegado.
Era una especie de río, precioso, con aguas claras y un olor puro.
Dejó su mochila en la orilla y empezó a sacar su ropa hasta quedar en ropa interior. Y se zambulló en las tibias aguas del hermoso río.
- ¿Está buena el agua? - Una voz ronca, la cual reconocía en donde sea, la asustó y se llevó la paz que había en su ser.
- ¿Qué haces aquí, Daryl? - Le preguntó la rubia al cazador, mirándolo directamente a los ojos.
- Salí a cazar y te encontré aquí, es un bonito lugar para estar solo.
- Sí, así es, y deseo estar sola.
- Pero como yo no le hago caso a nadie, me quedaré a hacerte compañía
- No pedí tu compañía, cazador - Amar quería evitar algún contacto con él, sabía que en poco tiempo debía irse de aquel lugar. Cuando se enteraran de lo ocurrido en el pueblo.
- Todos quieren mi compañía
- Menos yo
- Claro que la quieres - Después de decir eso el cazador comenzó a sacar su ropa, hasta quedar en boxers y se zambulló en el agua cristalina.
- ¿Qué haces?
- ¿No es obvio? Bañarme en el río
- Ya - Amar comenzó a nadar hasta la orilla para salir del agua
- ¿Por qué te vas?
- Quiero estar sola
- No es bueno estar sola estos días, es bastante peligroso
- No me harán nada los caminantes ¿No es obvio?
- Cierto - afirmó el cazador - ¿Por qué me evitas?
- No te evito - confirmó Amar
- Claro que sí, ahora mismo lo haces
- ¿Qué se supone que deba hacer entonces? Estar pegada a ti todo el día?
Daryl, antes de que Amar alcanzara a salir del río la toma de la cintura y la arrastra bajo el agua junto a él.
No puede evitar besarla, pues la chica es una verdadera belleza, y tiene labios gruesos con los que Daryl se hipnotiza. Como toda una escena de película, debe terminar, Amar lo empuja bajo el agua y sale rápidamente a la superficie respirando con dificultad.
- ¿Qué hiciste? - Le preguntó extasiada al cazador
- Quería hacerlo desde el día en que te conocí - Añadió el cazador
- No lo vuelvas a hacer - Soltó Amar y salió rápidamente del agua. Aún totalmente empapada de pies a cabeza se vistió rápidamente y se fue, mientras Daryl la miraba sin expresión alguna.

Le molestaba estar empapada y más caminar por el gran bosque así, le enfurecía que el beso de Daryl le hiciera sentir algo, no podía ser así. Lo conoce hace no más de cuatro días.
Sintió pasos tras de sí y volteó, caminantes, más de seis caminaban hacia ella. Se paralizó en el momento, no sabía aún qué hacer, pero ellos tomaron la decisión por ella. Pasaron a su lado como si ella no estuviera ahí y siguieron su camino en busca de comida.
- Todavía no me lo creo - Daryl la sacó de su estupefacción.
- ¿No te dije que quería estar sola? ¿O hablo en chino?
- Te dije que yo no le hago caso a nadie, Tinkerbell
- No me llames así - dijo molesta la chica
- ¿Por qué? Es tu apodo
- ¿Mi apodo? - soltó una pequeña risa
- Claro, eres igual a esa hada - el hombre la miraba directamente a los ojos, como nadie hacía desde hace mucho tiempo. La verdad siempre le miraban o los pechos o el trasero, es lo que hacen los hombres.
- ¿Yo igual a Tinkerbell? ¿Me estás tomando el pelo?
- Es la verdad. Besas como las hadas.
Amar soltó una sonora carcajada, no lo pudo evitar, este hombre la hacía sentir en casa, como no la habían hecho sentir en años.
- ¿Haz besado a un hada?
- Claro que no, eso sería totalmente estúpido
- ¿Entonces?
- Bueno, como besas tú es como besan las hadas, o eso creo
- Qué romántico, no lo esperaba de ti, cazador
- No soy romántico - Respondió haciéndose el desentendido
- Claro ¿Qué fue lo que pasó en el lago?
- ¿El beso?
- El beso - afirmó
- Te dije que lo quería hacer desde que te conocí
- ¿Por eso lo debes hacer?
- Yo hago lo que quiero
Esa oración alteró a Amar, se dirigió a darle un beso a Daryl, un beso totalmente desenfrenado
- Yo también hago lo que quiero. - Amar se dirigió al camino de la cárcel
- ¡Amar, no me dejes así! - el cazador le gritó desde la distancia
Amar siguió caminando pretendiendo que no lo escuchaba.

-¿Por qué haces esto? - Daryl ya estaba delante de ella, impidiendo su caminar
- Tú empezaste este juego - Le recriminó Amar
- No es un juego
- Daryl, yo me tendré que ir de la cárcel - Resignada le contó al cazador
- ¿Por qué? - Preguntó un preocupado, Daryl, lo cual sorprendió a Amar
- Se darán cuenta algún día de lo que me pasa y me usarán
- Claro que no
- Claro que sí
- ¡No! - Gritó Daryl
- ¡Sí¡ Daryl, sí, así son las per... - antes de que pudiera terminar la oración, Daryl besó a la chica. Sus labios le encantaban, eran una droga para él. - ¿Qué haces?
- Besarte ¿no es obvio?
- Por qué lo haces, Daryl?
- No puedo evitarlo, Amar
- Debes hacerlo, por favor. En este mundo no hay futuro - Después de un largo suspiro, habló - Vamos a la cárcel

La comida fue todo miradas entre Daryl y Amar, pues no lo podian evitar, ninguno de los dos habían sentido tal cosa jamás.
- Mañana vamos a buscar municiones a la ciudad, lo que conseguimos en el pueblo no es suficiente - Escuchar el nombre del pueblo, a Amar la hizo tener la piel de gallina. - Hay que arriesgarse a ir a la ciudad, sino nos moriremos de hambre - anunció Rick
- Yo voy - dijo Daryl
- Y Yo - Amar se levantó - ¿A que hora salimos?
- Al amanecer nos iremos ¿Estás segura de que quieres salir? Lo digo por lo del otro día - Amar no les había dado explicación alguna de lo ocurrido ese día y deseaba que así siguiera.
- Quiero ir. - finalizó Amar y salió del comedor.

En el patio delantero de la cárcel, Amar se acercó a matar a los caminantes de la reja. Ellos ni siquiera se acercaban a la reja con ella adelante, le parecía algo totalmente extraño, jamás, desde que todo empezó se imaginó que no la veían, no tendrían por qué haber pasado hambre ni frío durante nueve meses en el bosque.
- ¿Estás bien? - La voz conocida de David preguntó
- Como mejor se puede estar en el apocalipsis
- Entonces estás mal
- No del todo, por lo menos ya tenemos un sitio seguro donde resguardados, ahora queda sobrevivir
- Y lo conseguiremos, Amar. Si tú pierdes la fe, yo igualmente lo haré
- Tú no tienes por qué perderla por mí
- Sin ti para qué tengo fe
- David, por favor - Amar no quería empezar una nueva conversación de lo mismo
- ¿Por qué lo evitas?
- ¡Dios, David! - los gritos alarmaron a los caminantes, quienes ya lo estaban por la llegada de David - ¿No puedes entender que no tenemos futuro?
- ¿Quiénes? ¿Tú y yo?
- Tú y yo, y todos. Nadie tiene futuro y yo no voy a tener una relación en este infierno, para que después o mueras tú o muera yo y seamos todo sufrimiento, sencillamente no puedo
- No es necesario que así sea, Amar - Trató de tranquilizarla el muchacho
- No podemos evitarlo, igual que no podemos evitar que estas cosas - añadió señalando a los caminantes en la rejas - algún día nos conviertan en uno más. Te quiero mucho, David, lo suficiente como para saber que no tenemos futuro. Adiós.- Amar se despidió de David para dirigirse a su celda.

Antes de que el amanecer hiciera entrar la luz por el lugar, Amar ya estaba despierta y lista para salir de la cárcel, que aunque solo vivió en el sitio por unos días, ya lo sentía como su hogar.
Tomó su mochila con la pocas pertenencias que tenía y salió hacia donde el grupo se reunía para salir.
- Buenos días - Saludó la chica a Rick y Daryl, quienes estaban hablando ruidosamente antes de su llegada.
- Buenos días - la saludó, para luego entrar a la cárcel a buscar a los demás.
- ¿No crees que es un bolso demasiado grande para una excursión donde hay que correr por tu vida? - le preguntó Daryl.
- Es mi bolso favorito, no lo dejaré
- Luego puedes venir y dormir con él, o como quieras. Pero es peligroso para correr con él, en especial si es más grande que tú.
- No lo dejaré y es mi última palabra - Soltó Amar para dirigirse al asiento trasero de la camioneta a esperar a los demás.

La ciudad estaba totalmente infestada de esas atrocidades.
<<Puedo ir yo sola - pensó Amar - Sin poner en peligro a nadie>>

Lo que el fin provocó [DARYL DIXON]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora