Estamos infectados.

456 21 0
                                    

Dolor en el pecho, en la cabeza y en todo el cuerpo. Tose, tose sin parar y se queda sin aire para poder respirar. Enseguida va en su ayuda Hershel con un tanque de oxígeno en mano, gracias a él pudo volver a respirar. No sabe qué día, ni qué hora es. No sabe cuánto tiempo se ha encontrado en este lugar, el cual no es su celda. No puede mover ni un músculo sin que sienta un dolor intenso en cada parte de sí.
- Necesito que no te muevas, Amar - Le dijo Hershell, tratando de volver a recostarla y dejando el tanque de oxígeno a un lado de la celda.
- ¿Qué es lo que pasa, Hershell? Me duele todo.
- Hay una infección en la cárcel, algo parecido a un resfriado. No te preocupes, Amar, ya han ido a buscar medicinas y podrán salvarse. Todos podrán salvarse.
- ¿Dónde está Daryl? Y ¿David? - Preguntó asustada, ya temiendo que algo malo haya ocurrido.
- Tranquila, ellos son parte del grupo que fue en busca de municiones. Estaban muy preocupados por ti. Tienes gente que te quiere.
- Hershell, yo puedo ayudarte.
- Lo mejor que puedes hacer es recostarse, descansar y esperar a que lleguen las medicinas.
- No. Algo sé de medicina, mi madre era doctora. - Volvió a intentar levantarse, para así ayudar a  Hershell.
- Podrás ayudarme cuando tú estés mejor. Por favor acuéstate y no te levantes hasta que lleguen las medicinas.
Amar le hizo caso, pues no tenía ganas ni de mover la boca para hablar. Se recostó y se durmió instantáneamente.

El peso de su cuerpo ya no dolía, podía respirar mucho mejor y su cuerpo ya no dolía al hacerlo.
De a poco abrió sus grandes ojos y miró a cada rincón del lugar en que se encontraba. A un costado de ella se encontraba David y en la entrada de la habitación, con su derecho cuerpo se encontraba Daryl.
Lentamente, Amar se fue sentando.
- ¿Cómo te sientes? - Le preguntó David.
- Mucho mejor. ¡Puedo respirar!
David sonrió hacia ella. Amar miró nuevamente a la entrada de la habitación, pero Daryl ya no estaba ahí, se había ido.
- Necesito pararme de esta cama, David. Tengo que ir a ayudar.
- Amar, acabas de despertarte. Debes descansar unos días.
- Hershel me dijo que hay una especie de resfriado en la cárcel. Que la gente está muriendo, no podemos permitir que sigan muriendo.
- Amar, ya está todo controlado. Trajimos las medicina y todos están mejorado.
- ¿Por dónde entraron los caminantes? Los que se estaban comiendo a mi pabellón. - Preguntó Amar, preocupada por todos los muertos.
- Amar, debo decirte algo muy importante.
- ¿Qué es lo que pasa, David? No me preocupes por favor.
- Esos caminantes no en... - Antes de que él hubiera podido terminar la frase, se escucharon unos gritos.
-¡Necesitamos un tanque de oxígeno, ya!
Amar cogió el tanque que se encontraba a un costado de su cama y corrió a llevárselo a Hershel, siguiendo los gritos. Al instante el color le volvía a la cara a Glenn, gracias al oxígeno.
- Amar, tú deberías estar en reposo, acabas de despertar - Hershel tenía una cara de cansancio.
- No te preocupes por mí, he pasado cosas peores. Un resfriado no me matará. Necesito salir de aquí, necesito sol.
- Yo la llevaré - David la tomaba del brazo, hacia la puerta.
- Quiero sol, David
David sonreía.
- Claro, vamos al patio. Tenemos que conversar algunas cosas.
- Bien.
Salieron al patio delantero, donde el sol iluminaba todo el lugar.
Amar respiraba exageradamente, sentía el olor del lugar.
- ¿Qué era lo que me decías en la habitación? - Le preguntó Amar a David.
- Es algo complicado de decir.
- ¿Estás bien? ¿Te mordieron? David, no me preocupes, por favor.
- No me mordieron, yo estoy bien.
- Me asustaste mucho.
- Qué bueno saber que te preocupo.
- Claro que me preocupas - Añadió Amar- Entonces ¿Qué pasa?
- Los caminantes que se comieron a tu pabellón, no entraron. Ellos estaban dentro.
- ¿Qué? Pero ¿Dónde estaban? No entiendo, David.
- El primero que murió por el resfriado fue Patrick. - Amar lo recordó, recordó cuando le enseñó tiro al blanco, cuando él la miraba con admiración. Amar se dio cuenta de que en este mundo no hay lugar para débiles y le dolió.
- ¿Eso qué tiene que ver? Estamos hablando de los caminantes del pabellón.
- Amar. Estamos todos infectados.
- ¿Qué? - Soltó un grito.
- Me enteré la mañana del ataque en el pabellón. Por eso estaba lleno el pabellón de caminantes. Algunos de ellos murieron por el resfriado y los otros por mordidas, pero todos despertaron como esas cosas.
-  Entonces lo que me quieres decir es que si alguien muere, por lo que sea, ¿despertará?
- Sí - Amar se sentó en el suelo, desconcertada.
- ¿Qué pasó? - Se escuchó la voz que ella tanto había querido escuchar, acercándose. - ¿Qué le pasa? ¿Por qué no está acostada?
- Ya sabe que todos estamos infectados- Amar miraba al suelo sin decir una palabra. Totalmente desconcertada.
- Amar, vamos, tienes que descansar. - Daryl la tomó de la cintura y la levantó, caminando se dirigieron a la entrada de la cárcel.
Caminaban por el pasillo, en camino al pabellón C, donde se encontraban las cosas de Daryl, su pequeña habitación.
- Yo no duermo en una celda, pero igualmente puedes acostarte en mi colchón. y descansar.
- ¿Dónde duermes? - Le preguntó ella.
-En el segundo piso, al lado de las escalera. - Señaló el piso de arriba 
-¿Por qué no duermes en una celda como todos?
- Lo mío no es estar encerrado. Ya no hables más, Amar. Necesitas descansar más y hablar menos.-  Subieron los últimos escalones, hasta llegar al segundo piso. Se veía en una esquina un colchón y bolsos amontonados. - Puedes descansar aquí, no pienso dormir esta noche, hay demasiados enfermos y alguien más debe echarle una mano a Hershel.
- Pero tú no estas enfermo, Daryl, no te puedes exponer a enfermarte. -  Profirió exaltada.
-¿Te acuerdas lo que ocurrió en la fábrica? -  Claro que Amar lo recordaba, no era algo que se pudiera olvidar sin más. - Nos besamos, bueno, algo más que eso. Y antes, en el río. He tenido bastante contacto con alguien enfermo y no me he enfermado. Tengo buenas defensas, no finjas preocupación por agradecimiento. Puedes decirme gracias por salvarte la vida y sería todo. - La ultima frase dicha por Daryl, fue como un puñal en el corazón para Amar. ¿Cómo el iba a pensar que ella no sentía preocupación por el?
- Yo no finjo preocupación, claro que me preocupa lo que te pase. y sí, gracias por salvarme la vida, no sé qué hubiera sido de mí sin esos medicamentos.
- Hubieras sido uno más de los muertos vivientes.
-Me molesta tu arrogancia, sabes. ¿Por que te comportas así?
- ¿Por que me comporto así? ¿Qué te crees, Amar? ¿que soy un juguete al que puedes manipular a tu antojo?
- Claro que no, Daryl. ¿Qué es lo que dices?
- Conseguiste que nos acotáramos, que yo confiara en ti y me apartaste.
- No fue así, no me quieras poner el papel de puta. Sí, me acosté contigo, pero fue porque quería hacerlo, porque me hacías sentir cosas muy raras y quería probar si acostándome contigo eso iba a terminar.
- ¿ Y terminó?
- Desgraciadamente no-  dijo Amar bajando la cabeza avergonzada de sí.
- ¿Qué quiere decir eso?
- No sé lo que siento, te conozco hace tan solo unos días, pero...
- Un año en este mundo se convierten en diez. En este mundo se vive intensamente, todo es así. Ya no hay tiempo, solo se vive el día a día.
- No sé qué es esto, nunca me había sentido así. Estar a tu lado es como si tuviera un zoológico dentro de mí estómago, como si soltara chispas de mi piel. Cuando me tocaste por primera vez, cuando me besaste, supe que esto se volvería una obsesión. Sí, me enojé cuando quisiste cuidarme, pero nadie había hecho eso por mí con cariño, cuando de verdad lo siente y yo no sabía hasta dónde estábamos llegando.
- ¿Eso quiere decir que algo sientes por mí? - La miró esperanzado.
- Claro que siento algo por ti, no seas estúpido. Pero no sé lo que es, solo sé que no me quiero separar de ti.
- Ni yo- Daryl se acostó en el colchón al lado de ella y empezó a besarla con pasión, como tanto había querido hacer cuando le miraba sus carnosos labios.

Un estruendo los hizo separarse, humo y tierra por todas partes.

- ¿Qué es lo que pasa? - Le pregunta Amar, asustada.
- ¡Daryl!-  Se escuchan unos gritos provenientes del primer piso. Tyreese. -  Daryl se para rápidamente y responde a los gritos.
-  Es el gobernador y no viene solo. Prepárate para luchar, tenemos guerra.

Lo que el fin provocó [DARYL DIXON]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora