Ocupados

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Narras tú

Pasaron unos meses desde que el parque había abierto sus puertas.

Todos los días estábamos muy ocupados con los números, los cuidados de los dinosaurios, atendiendo a los clientes... pero la verdad todos estábamos encantados de que todo fuese como cuando éramos niños.
Lo único que no nos gustaba era que no teníamos tiempo para nosotros mismos.
Por ejemplo yo y Benedict apenas podíamos estar juntos durante el día y llegábamos tan cansados a nuestra habitación que nos quedábamos dormidos.
Por otro lado, mi embarazo iba sobre ruedas y Benedict quería que tomase la baja pero no estaba dispuesta a hacerlo.
Los mellizos estaban perfectamente sanos y apenas daban problemas.

Aquella mañana me desperté con un delicioso olor a tortitas y gofres que inundaba toda la habitación.
Lentamente me senté en la cama acariciando mi abultado vientre y contemple como Benedict estaba desayunando en la terraza mientras atendía una llamada.

Me levanté de la cama, fui a la ducha y me arreglé para reunirme con Benedict.
Al verme me dedicó un pequeño saludo con una sonrisa y me senté a su lado sirviéndome algunas cosas.
-Vale, nos veremos a las 5- dijo él colgando para besar mi mejilla -Buenos días-
-Hola- dije con una sonrisa.
-¿Qué tal habéis dormido esta noche?- dijo él acariciando mi vientre -anoche no te levantaste tantas veces-
-Muy bien- dije -aunque estoy nerviosa porque en breves estarán aquí-
-Cuando lo hagan- dijo él -ya tengo la casa lista-
-¿En serio?- dije sorprendida -Ben te dije que quería ver la decoración-
-Tranquila- rió -me he basado en todo lo que querías-
-Sigue pareciéndome injusto- dije inflando los mofletes.
-No te enfades ¿Si?- dijo besándome -además hoy tengo una reunión importante y no quiero pensar que estás enfadada por eso-
-Vale- dije sonriendo -yo tengo que ir con Rex y Ted-
-Deberías quedarte en casa- dijo él -pero bueno... haz lo que quieras-
-Adiós Ben- dije besándole antes de irme.

Agarré un vehículo y fui al recinto de Rex y Ted donde habían bastantes turistas que intentaban verles.
Obviamente, nosotros también teníamos un número pero siempre actuábamos en la noche.
Una de las guías del parque, estaba explicándoles cosas sobre la vida de los Super-Rex que eran los únicos dinosaurios modificados del parque por el momento y algunos niños se emocionaban mucho al saber que los niños podían tener su propio dinosaurio.

Los chicos aparecieron de improvisto dándome un susto tremendo al igual que a los turistas.
-¡Chicos!- dije molesta -recordad que estoy embarazada-
-Perdón- dijeron los dos frotando sus morros contra mi cuerpo.
-Aquí tenéis vuestro desayuno- dije sonriendo -vendré más tarde-
-(T/N)_____- dijo Rex -no creo que debas trabajar esta semana. Benedict tiene razón... los niños pueden venir en cualquier momento-
-No pasará nada- dije sonriendo -estoy bien-
-¿Vas a ir a las llanuras de nuevo?- dijo Ted.
-Si- dije agarrando mi mochila con la cámara de fotos -os veré allí cuando salgáis a pasear-
-Está bien- dijeron los dos.

Fui al edificio central para ir a la sala de control a buscar el Walkie-talkie y el resto de materiales que necesitaba.
Mi padre y mi suegro se encontraban allí charlando con Benedict comprobando que todo estaba en orden.
-Hola- dije abrazándoles por detrás.
-Hola- dijeron a la vez.
-¿Hay algún Walkie disponible?- dije -quiero ir a las llanuras para tomar fotos de las crías que hemos integrado-
-¿Vas a ir sola?- dijo mi padre.
-Claro- dije agarrando una gorra y un chaleco -y lo sé no debes ir sola porque estas embarazada-
-Lo hacemos por tu bien- dijo el señor Cumberbatch -no queremos que te pase nada malo-
-Sobretodo yo- dijo Benedict -tienes a mis hijos en tu vientre y eres lo que más quiero en el mundo-
-Lo sé- dije activando una línea para mí -estaré conectada por la línea ocho-

Salí de allí y puse rumbo a las hermosas llanuras donde a aquellas horas estaban todos los herbívoros pastando.
Saqué mi cámara y comencé a hacer fotos a todas las crías que veía.
Todos parecían muy felices y me alegraba mucho saber que así era.

Me senté en unas rocas, ya que comenzaba a notar alguna molestia en mi vientre pero no le di importancia.
Caminé por la jungla para ver si encontraba más crías pero el dolor era cada vez más intenso y apaenas podía caminar.
Mis piernas temblaban por el dolor que que sentía y mi parecía que se me rompían los huesos.

Tomé mi mochila rápidamente y apreté la línea del control esperando que nadie se hubiese ido a comer.
-¿Alguien puede recibir mi llamada?- dije dolorida -Necesito ayuda-
-Aquí el centro de control- dijo una voz masculina -te oímos claramente-
-Por favor- dije llorando de dolor -me he puesto de parto en la jungla y no puedo llegar al hospital a tiempo-

De pronto la voz cambió a una muy conocida.
-¡Voy a buscarte princesa!- dijo mi padre -mantén la calma y respira. Busca un sitio seguro para quedarte y activaremos en busca-
-Vale- dije -no tardéis mucho papá-

Con gran esfuerzo y dolor, pude trepar a unas rocas donde al menos podía estar tranquila de no sufrir ningún daño.
Las contracciones cada vez eran más fuertes y el tiempo seguía transcurriendo.
Comenzaba a pensar que nadie iba a encontrarme cuando un enorme temblor y unos fuertes pasos llamaron mi atención.
De pronto, Rex apareció corriendo a través de la jungla.
-Te dije que no vinieses- dijo él -súbete a mi espalda-
-Lo siento- lloré mientras me subía y me sujetaba con fuerza.
-Tranquila- llegaremos en un momento -tu padre nos espera en la verja con un coche-
-Daos prisa por favor- lloré -¿Habéis avisado a Benedict?-
-Tiene una reunión- dijo Rex -pero tu suegro irá en breves a interrumpirle-

Solté un grito de dolor y Rex comenzó a correr todo lo rápido que podía.
Tenía que haberles hecho caso a los chicos y haberme quedado en casa cuando tuve la oportunidad de hacerlo.

Jurassic Universe (Proyecto Dinokid) [Benedict Cumberbatch y Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora