Camine por la calle como lo hago todas las mañanas
y un olor me sofocó;
ese perfume tan especial,
un olor particular,
que no había olido en mucho tiempo.
Esperaba escuchar tu voz detrás mío,
te busqué con la mirada pero no te encontré.
Te seré honesta no me molestaba recordarte,
no me molestaba encontrarte.
Lo único que me molestaba era el simple hecho de no olvidarte,
de saber que por el resto de mi vida,
muchas cosas me recordarán a ti y tus palabras.