Una semana con Lucas Castel (Lucas y tu)

1- VENGANZA

-Que mierda me vas a explicar!?-Pregunte enojada y al otro idiota no se le ocurrían las excusas.

-Es que... Yo... No lo hice queriendo, fue un accidente.

-JaJAJAja-Me empece a reír sarcásticamente-¿Que acaso hubo y temblor y para salvar a Sabanna tenías que sujetarla contra la pared y por eso se movía todo?

-Am, perdón.

-NO, ya me cansaste, ya me cansé de todo esto, YA ME CANSÉ DE TODOS.

Y fue ese momento decisivo que cambio por completo toda mi vida, me cansé de que toda la gente me usara, me canse de la escuela, me cansé de todos; Ya sé que solo faltaban 3 meses para que termine la escuela, pero ya no podía soportar ni un minuto más estar en este poblado de hipócritas.

Salí del baño, corrí hasta el closed, la habitación de los elementos de limpieza y agarré LA CAJA.

LA CAJA: Una simple caja de cartón de color verde que la había tenido guardada ahí desde que tenía 10 años; Después de que mi maestra se burlo de mí al frente de todos. Esa caja era el objeto de esperanza más concreto que tenia, estaba llena de papelitos chiquitos diciendo que día y que persona me maltrato, esa caja la pensaba usar para el día de mi graduación por si tenía hambre de venganza, pero ya no podía aguantar más esa caja ya había llegado a su punto de fin, esa caja ya no podía soportar ni un papel más.

Agarré la caja y la mochila violeta junto a ella y salí corriendo, corría y corría y rodiaba toda la escuela y conté hasta 3, 1, 2, 3, saqué de mi mochila una bomba de humo y la tire al aula de maestros; 1, 2, 3, tire otra bomba cerca de las escaleras; 1, 2, 3, tire otra. Salí por una ventana de un salón que estaba vació y corrí por como una loca maniática hasta perderme.

Llame a los bomberos diciendo que se incendiaba la escuela y me compre un helado, espere un par de minutos y volví caminando lentamente hacia la escuela, contemplando la encantadora imagen de "Un colegio lleno de humo, un montón de bomberos apagando un fuego invisible y todos corriendo con desesperación"

Y Toda la encantadora imagen, hacía que mi helado de frutilla y chocolate que sostenía con mi bella mano izquierda supiera cada vez más sabroso, mientras con mi otra mano grababa todo para YouTube.

Por fin me vengue de cada papel que pesaba en mi triste caja.