"We were born sick" You heard them say it.

6.3K 821 1.5K
                                    

"¡Esto es una abominación!" Escuché a mi padre gritar desde la cocina mientras yo bajaba por las escaleras. "¿Qué vamos a hacer, Donna?"

Me acerqué silenciosamente a la cocina para escuchar un poco más su conversación. Me asomé por la puerta y desde la ranura pude ver a mi madre cruzarse de brazos y fruncir el ceño pero no dijo ni una palabra.

"Siempre supe que había algo mal en ese Frank" mi padre comentó y yo me tensé al escuchar el nombre de mi novio. "Le dije a Cheech que su hijo no era normal, pero él no hizo caso."

Mis manos comenzaron a temblar fuertemente y un sollozo se salió de mis labios.

"¿Gerard?" Preguntó mi madre pero no respondí, tapé mi boca con fuerza y traté de no hacer ningún ruido. "¿Gerard estás ahí?" Mi madre se acercó a la puerta y la abrió completamente, dejándome al descubierto ante mis padres.

"Lo siento, yo..."

"¿Qué te he dicho sobre escuchar conversaciones ajenas, Gerard?" Mi padre se acercó a mí y me miró furioso.

"Es que... Yo..." Me puse más nervioso que antes. Odiaba eso pero mi padre siempre ha ejercido ese efecto en mí.

"¡Vuelve a tu habitación y prepárate para ir a la iglesia!" Me gritó a la cara y me empujó de la cocina.

Subí de inmediato a mi habitación y cerré la puerta con seguro tras de mí.

Estaba demasiado nervioso como para odiar a mi padre, solo quería saber que había pasado ahora con Frank... No podía permitir que lo enviaran a otra ciudad, no podía dejar que alejaran al amor de mi vida.

Sin Frank en la ciudad yo no soportaría mucho, y él, dentro de ese colegio religioso de seguro perdería la cabeza.

Lloré pensando en nuestra relación, ¿Por qué las cosas no podían ser diferentes? Todo sería más fácil si Frank y yo pudiéramos huir de aquí y ser felices juntos, sin ocultar nuestro amor. Tal vez podríamos ir a Los Ángeles, escuché a mi padre decir que muchos gays vivían ahí.

Podríamos irnos una noche sin dejar rastro, sin dar explicaciones y solo concentrarnos en nuestro amor. Yo podría trabajar en algún periódico y Frank podría unirse a una banda de Jazz. Podríamos ser tan felices juntos, sin ocultar nada.

Pero yo era muy cobarde para hacer eso, yo no era como Frank. Tenía miedo del mundo exterior y de las cosas que nos podrían deparar.

Tal vez si fuera un poco más arriesgado... Tal vez si fuera un poco más valiente.

~~~~

"¡El mismísimo Demonio ha entrado a nuestro pequeño pueblo para corromper la cordura de nuestros jóvenes! Inclinen sus cabezas mis hermanos para rezar por aquellos que han perdido el camino" Donald abrió los brazos al aire y cerró los ojos.

Era otro aburrido domingo con mi padre dando su sermón semanal y la iglesia llena a más no poder. Había colocado un anuncio fuera de la iglesia que llamó la atención de toda la ciudad.

'Los demonios se han apoderado de Beleville"

Un poco exagerado, si me lo preguntan. Pero como de costumbre me daba igual lo que mi padre dijera, y mientras mi madre agachó su cabeza ante las palabras de mi padre, yo busqué a Frank con la mirada.

Su cabello más largo de lo permitido y su corbata mal hecha siempre me ponían de buen humor, estaba sentado junto con sus padres dos filas detrás de mí y su sonrisa perfecta me lanzaba corrientes eléctricas por la espalda.

Take Me To Church. | Frerard |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora