Segundo trago:

82 10 0
                                    


Tequila era callada, aunque reía alto, soñaba en bajo.

Mataba dócilmente, jugueteaba con mi mente.

A ella le gustaba cortar en trozos las risas, para después hacerlas cenizas.

No era de reír como cualquier mundana, era de matar como toda una veterana,

Pero bien, cuando reía lo hacia en alto, para que todos la escucharan, lloraba bajo para que los mismos la consolaran.

Tequila y yo seguíamos sobrios, guardando aun secretos, otros cinco tragos, para estar parejos.

Tragos de Tequila.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora