El dolor llama a mi puerta, sin pensarlo de abro la puerta, trató sacarlo pero no puedo, el se a quedado para siempre.
Comienzan las discusiones, peleas y más golpes noche tras noche.
Lágrimas y cortadas llenan mi cuerpo, ya no se como acabar con este infierno.
Otro día en la mañana, vuelvo a despertar, en este oscuro infierno llamado "hogar".
Me miro en el espejo, no puedo creer, ¿En que me he convertido? ojos hinchados, lágrimas a punto de salir, vomito tras vómitos después de comer, cortadas en mi cuerpo con una navaja cada anochecer, ya no se quien soy, creo que me he convertido en un monstruo...