Capítulo 30

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Lauren's POV

Los partidos pasaban, y tan rápido como habíamos llegado a Brasil, los días habían ido pasando, y tras ganar a Uruguay, habíamos pasado a semifinales, pero la cosa no quedaba ahí. Yo estaba jugando el partido, y mi cabeza no estaba en el campo. Así que cuando terminamos el partido, cogí un taxi y salí corriendo hacia el hospital más cercano sin dejar el móvil un segundo. Ni siquiera me había cambiado, seguía con el polo blanco, rojo y azul del equipo junto con el pantalón corto y las zapatillas, pero no me importaba, porque Ally había tenido su bebé.

—Hey... Felicidades. —Me dijo Ally con el pequeño en brazos, pero solté una risa poniéndome las manos en la cara.

—¿Felicidades? ¿Yo? Acabas de tener tu primer hijo. —Dije acercándome a ella, dándole un beso en la frente. —¿Dónde están los demás?

—En la cafetería tomando algo, ha sido bastante largo y cansado. —Sonreí un poco mirando al pequeño. Era diminuto, casi como Ally, y los pequeños puños se retorcían entre ellos a punto de llorar. —Se llama Dylan. ¿Quieres cogerle? —No lo dudé, y lo cogí en mis brazos dándole un beso suave en la frente.

—Hey, soy la tía Lauren. —Tras quedarme embobada con el pequeño, dándole con el dedo en la barbilla aunque él seguía con los ojos cerrados. —Es igual que Troy. —Volví a mirar a Ally, sentándome a su lado. —¿Cómo fue todo?

—Genial. —Su mano acarició mi brazo, sonriendo un poco.

—Siento no haber podido estar, Ally. —Ella negó arrugando la nariz y volví a ponerle a su hijo en brazos.

—Tranquila, Lauren. Has jugado muy bien, y además has marcado, ¿qué más pides? Estamos en semifinales. —Me acarició la mejilla con una mano, y no pude evitar sonreír.

—No compares jugar un partido con tener un hijo, Al. —Le di con el dedo en la mejilla riendo. —Por cierto, te traje algo. Me dio tiempo a meterlo en la bolsa antes de salir. —Dije cogiendo la bolsa de deporte, sacando una pequeña cajita. —Lo siento, no es la manera más elegante. —Solté una risa y la abrí, enseñando un pequeño pijama de color naranja. —¿Te gusta? Pensé que el naranja es un color neutro, y me pareció bonito. A Camila le gustó, por eso lo elegí.

—Es... Es precioso Lauren. Se lo pondré para salir del hospital, va a estar guapísimo. —Y Ally no podía apartar la mirada de su hijo, y yo la entendía, porque tampoco podía apartar la mirada de Maia y ni siquiera era mi hija biológica. —Camila me ha regalado unos zapatos del mismo color y un body azul, es increíble.

—Sí, a mí me gustó ese body azul.

Dejé que Ally descansara junto con su hijo y Troy que volvía de la cafetería, al que saludé y por supuesto, felicité, aunque en ese momento todo el mundo me felicitaba a mí.

—¡Lauren! —Al verme aparecer por la cafetería, Maia salió corriendo y yo me puse de rodillas para abrazarla, dándole un beso en la mejilla. Echaba de menos pasar tiempo con ellas dos, pero estaba segura de que todo valdría la pena al final. —¿Has ganado? Mami dice que ganaste.

—¿Tú crees a mamá? —La cogí en brazos frunciendo el ceño, dándole un beso que hizo que se encogiese. Maia asintió rodeando mi cuello con sus bracitos. —Pues claro que gané, te prometí que ganaría siempre.

Nos acercamos a Camila, que simplemente puso las manos en mis mejillas para darme un beso tierno, abrazándome luego.

—Te lo dije, te dije que ganarías. Te quiero. —La abracé contra mí junto con Maia, rozando su frente con los labios.

a coat in the winter; camrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora