Un despertar abrupto

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Nuevamente el mismo sueño, estamos paseando con mamá cerca de un parque muy verde y enorme, un grupo de niños corre tras una pelota, los pájaros cantan; es un hermoso día, prácticamente perfecto, había un sol que transmitía un calor agradable, el viento golpeaba suavemente nuestras mejillas sonrosadas y desordenaba nuestros cabellos de color rojizo, mientras atrás de nosotros van conversando los agentes de seguridad que papá contrato mucho antes que yo naciera, de eso van cinco años aproximadamente.  Padre siempre dice que nosotras somos las colorinas de sus ojos y madre dice que cada vez que nos observa muestra su mirada de amor. Pese que tengo dos hermanos mayores, mi padre siempre quizo tener una hija idéntica a mi madre, lo cual fue prácticamente cumplido por la genética, debido a que la  mayor diferencia entre mi madre y yo son los ojos, los míos son verdes como los de mi padre, pero los de ella son de un color azul, son tan intensos como el mar, mis dos hermanos tienen sus ojos.

Íbamos tranquilamente recorriendo el parque, pero justo cuando habíamos decidido comprar un par de globos para mis hermanos, todo se volvió tan oscuro ¡pasó tan rápido! Aparecieron unos autos y bajaron unos hombres de negro que nos propiciaron unos disparos, luego los hombres que siempre nos cuidaron cayeron brutalmente a nuestros alrededor cubiertos de sangre, los delgados brazos de mi madre me rodearon formando un círculo de protección, pero no era suficiente, fuimos arrastradas dentro del auto, en donde un hombre nos saludo mostrando una enorme sonrisa de dientes blancos, mi madre tenso sus brazos sobre mí y un terror se implantó en su rostro.
-Hola Alexandra
Desperté abruptamente y descubrí que esto no era un sueño, otra vez habían hombres de negro extraños a mi alrededor.

Mirada de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora