Noviembre 29.
Diario:
Anoche ni siquiera pude cerrar los ojos, cada vez que lo hacía los recuerdos venían a mi mente y cada imagen de ellos eran como agujas enterrandose en mi pecho. Esta vez el tabaco no ayudó, los recuerdos eran mas pesados que el humo y el viento no pudo contra ellos... Y yo tampoco podré.