¿Y por qué no?

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Llegamos por fin, Dean apaga el motor y saca las llaves del auto ya era hora, debo ir al jodido baño.
Se estaciona justo en frente de la entrada principal. La primera vez que estuve allí imaginé que habría una gran fuente en el centro y largos arbustos llenos de flores por toda la entrada. Pero cuando llegué lo único que había era una gran reja blanca y un camino de flores púrpuras a los lados de un camino adornado con pequeñas piedras de color azul y verde al rededor del pequeño cuadro situado en el césped.
Después de conocer mejor su casa descubrí que en la parte de atrás sí había una gran fuente en el centro, y muchas flores de formas y colores diferentes en los alrededores. Todo el jardín estaba protegido por una alta pared cubierta de enredadera. A lo lejos un extenso terreno que daba al bosque y a un pequeño río, ¿Asombroso no? Yo moriría por tener una casa así.

-Pasa Susan -Dice mientras guarda las llaves en su bolsillo.
Entro a la casa y me dirijo hacía la sala, ¡ésta casa es como el paraíso! Tiene una infinidad de películas, un gran televisor de unas 80 pulgadas, 6 habitaciones, jacuzzi, incluso tiene biblioteca propia.

-Debo pasar al baño, ¿Es subiendo la escalera hacía la izquierda la tercera puerta cierto?

-Correcto, me sorprende que lo hayas recordado, siempre vas ahí a vomitar cuando estás ebria -Se ríe- ve anda, parece que ya te estás orinando.

Camino de la sala a las escaleras gigantes que están ubicadas en el centro. Las escaleras son color blanco al igual toda la casa, y diferentes cuadros adornan las paredes. Cuadros diferentes. Son pinturas psicodélicas.
Mi cabeza está tan desordenada últimamente que en vez de entrar a la tercera puerta entro a la segunda.

-¿Qué haces aquí? -Se escucha una voz al fondo de la habitación, al parecer es la hermana de Dean fumando hierba.

-Pe.. perdón, me equivoqué de puerta -Mis ojos se abren como platos y me empiezo a tornar de un color rojizo- iba al baño, no fue mi intención entrar aquí.

-No pasa nada chica, no te asustes cualquiera se pudo haber equivocado -Me sonríe- ¿Quieres fumar un poco?

-Claro, ¿Por qué no? -Me acerco a su cama, ya que estaba paralizada como si hubiera echo algo realmente malo. Aunque debo admitir que me sorprendió que me invitara a fumar y no me corriera de su cuarto.

-¿Cuál es tu nombre? -Pregunta curiosamente mientras fuma hierba en una manzana utilizándola como pipa.

-Susan, ¿Cuál es el tuyo?

-Iris Grace.

Su nombre era raro, como la ocasión.

-Debo ir al baño, había olvidado mis ganas de ir.

-Claro, pero ésta vez procura entrar a la puerta correcta.

A pesar de que acababa de conocerla, me cayó demasiado bien. Me gusta que sea sarcástica, y la forma en la que se viste maquilla y peina. Ella es de las mías.

-Listo, ahora sí. Moría de ganas por ir al baño desde hace un buen rato -Me siento en su cama, a la derecha de ella. Su cuarto era impresionante, tenía pósters de bandas de rock pegados por dondequiera, Guns N' Roses, Nirvana, Red Hot Chilli Peppers, Sex Pistols. Y además de ello, tenía muchos bocetos de chicas fumando cigarrillos o de sus clavículas (Estúpidamente también me encanta ése tipo de dibujos) me parecía asombrosamente interesante e igual a mí. Y en eso había algo muy satisfactorio; tenía una nueva amiga.

-Así que... ¿Cuál es tu historia? -Comienza a hablar.

-¿Mi historia?

-Sí, tu historia. Me he enterado por ahí de que siempre vas a fiestas y tomas hasta quedar muy mal. Y créeme, no conozco a nadie que lo haga por gusto. La mayoría lo hace por dolor, despecho, soledad, o en su minima posibilidad por diversión. Pero dudo que tu lo hagas para divertirte, en tus ojos se ve reflejada toda tu tristeza. Cuéntame. ¿Te han roto el corazón? ¿Ése es el motivo?

Continuaba impresionándome, ¿Cómo es que con tan sólo verme a los ojos supo lo que guardo dentro?
"Los ojos son las ventanas del alma", vieja frase, pero era verdad, las grandes ojeras y mi forma de mirar reflejaban mi alma; no es más que amargura, tristeza, y
desconfianza.

-No, nadie me ha roto el corazón -Contesté. Sinceramente no quería que supiera nada acerca de ese tema, no quería que viera lo débil que soy.

-Entonces si es que no te lo han roto, ¿Lo has roto tú intentando lo imposible?

-Hagamos un trato, el tema del amor está prohibido hasta nuevo aviso, ¿Okay?

-Tranquila chica, no hablaré más de eso. Okay.

Secreto inesperado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora